Leyes antes que reyes (Maru Díaz - Unidas Podemos)

Es difícil imaginar una tierra donde la ley sea más propia a su historia que Aragón. Nuestros reyes han reinado bajo el mandato de los fueros, siendo estos más determinantes para nuestro devenir que el propio designio de los reyes. Y esto sí o sí define el carácter. Quizás por ello nos sea tan propia la nobleza o el valor de la palabra dada, pues son siglos asumiendo que la mejor forma de ordenarnos como pueblo es a través de la norma pactada que garantiza derechos, que nos iguala y protege.

Por eso, aquel verano del 82 el Estatuto de Autonomía de Aragón no vino a inaugurar nada nuevo, entiéndanme, sino más bien vino a restaurar nuestra libertad jurídica y política como aragoneses. Vino a devolver a nuestro pueblo sus aspiraciones legítimas de autogobierno, como un flechazo de dignidad para con nuestra historia.

"Reivindicar y reconocer no son verbos que rimen bien con la melancolía. Porque la mejor forma de reconocerle el valor y sus 40 años de historia es caminando para llevarlo más lejos"

En estos días de olas recentralizadoras que amenazan nuestra política es fundamental reconocer que estos 40 años de autonomía han sido claves para nuestro desarrollo social y económico. Reivindicar el autogobierno no es solo hoy más necesario que nunca, sino que es un gesto de valentía que nos permite ser justos con nuestra gente, con toda esa generación que luchó por defender todo lo que hoy disfrutamos.

Sin embargo, reivindicar y reconocer no son verbos que rimen bien con la melancolía. Porque la mejor forma de reconocerle el valor y sus 40 años de historia es caminando para llevarlo más lejos. Cuando yo nací, nuestro estatuto tenía 7 años y 263 días. Para mi generación el estatuto nunca fue el punto y final; era el comienzo. Un comienzo que imagina un futuro plagado de dignidad como recoge nuestro artículo 12; lleno de cultura de paz y de valores democráticos como reza el artículo 30; que ponga en el centro el derecho a una vivienda, a una renta básica o a la conciliación tal y como dictan los artículos 27, 23, 26. En definitiva un futuro compartido que mire hacia adelante con derechos, con igualdad, con sostenibilidad y con autogobierno.

Una historia de éxito (Jorge Azcón - PP)

Cualquier reflexión que se plantee sobre lo que han supuesto los 40 años de autonomía en Aragón solo puede concluir reconociendo que estas cuatro décadas son las mejores de nuestra historia. No ha habido una etapa con mayores avances políticos, sociales, económicos y culturales que hayan sido disfrutados por los aragoneses de forma global y con tanta continuación en el tiempo. La historia de nuestra autonomía es una historia de éxito porque forma parte inseparable del hito internacional que ha sido la Transición española. El desarrollo del estado autonómico ha sido clave en la implantación de la democracia en nuestra nación, permitiendo conjugar su diversidad con el principio constitucional de unidad. El éxito de nuestro estatuto es el éxito de nuestra Constitución, la ley fundamental que posibilita y ampara el derecho a la autonomía.

"La historia de nuestra autonomía es una historia de éxito porque forma parte inseparable del hito internacional que ha sido la Transición española"

Podemos estar orgullosos de honrar así nuestro pasado en esta etapa democrática, pues no existe mayor acontecimiento en la historia de Aragón que haber impulsado de manera determinante la gestación de España y haber participado con lealtad en sus momentos más decisivos para impulsarla como una gran nación. Los aragoneses tenemos una identidad muy clara, pero con una vocación de derribar muros y unir personas y territorios, no separarlos; de construir una ciudadanía democrática, constitucional y europea, en la que nadie sea más que nadie.

Esa es la mejor esencia de Aragón y nuestro reto colectivo: aprovechar nuestros recursos y nuestro talento para liderar la economía y la sociedad española y ser corazón y cabeza de una España moderna y universal; un baluarte de civismo, concordia, libertad y prosperidad.

Ni más, ni menos (Daniel Pérez - Ciudadanos)

Cuarenta años dan mucho de sí para sumar alegrías, tristezas, éxitos, fracasos, aciertos y errores. La foto aérea que hoy obtenemos, al hacer un rápido balance de estas cuatro décadas, nos muestra un Aragón con más luces que sombras que no sería lo que es en la actualidad sin la fuerza jurídica, emocional e histórica de nuestro Estatuto de Autonomía.

Desde su aprobación como norma básica de la comunidad y tras sus sucesivas reformas, el estatuto nos ha permitido avanzar en el camino del autogobierno, siguiendo la hoja de ruta de la Constitución del 78 –vidas casi paralelas– como garantía de la unidad y la permanencia de una España de ciudadanos libres e iguales, que los liberales hemos defendido y no dejaremos de defender.

"Aragón merece hoy una nueva ley de financiación autonómica para desarrollar sin cortapisas su enorme potencial y afianzar su posición en España y Europa"

Nuestro partido apuesta por un Aragón fuerte y vanguardista, que siga siendo crisol de culturas y piedra angular que sostiene el progreso, la convivencia y la tolerancia. No aspiramos a ser más que nadie, pero tampoco menos. No pedimos caridad, sino justicia, pues no en vano la justicia consiste en dar a cada cual aquello que merece. Y Aragón merece hoy una nueva ley de financiación autonómica para desarrollar sin cortapisas su enorme potencial y afianzar su posición en España y Europa, como referente de tierra de pactos, sin contraindicaciones en el prospecto político, social y económico. Nos contemplan cuarenta años de Historia, durante los cuales el orgullo de nuestro pasado ha sido el mejor acicate para revitalizar nuestra autoestima, conquistar el presente y ganar día a día el futuro.

Al servicio de Aragón (Arturo Aliaga - PAR)

Aragón celebra la festividad de su patrón y el 40 aniversario del Estatuto de Autonomía; un día doblemente festivo y especial en el que el PAR reitera su vocación de partido al servicio de Aragón, la defensa de lo nuestro, el máximo nivel de autogobierno desde el respeto al marco constitucional, el reconocimiento de nuestros derechos históricos y un sistema de financiación autonómica suficiente. Esta es ahora la gran asignatura pendiente. Es el momento de exigir que el nuevo modelo sea justo con Aragón y atienda las singularidades recogidas en la ley orgánica como la despoblación, el envejecimiento, la orografía o el carácter fronterizo, que encarecen la prestación de servicios. Y no renunciamos al cumplimiento del artículo 108, porque no queremos ser más que nadie pero tampoco menos.

"En Aragón, tierra de pactos, sabemos, además, esforzarnos e involucrarnos y llevamos la nobleza en nuestro ADN"

Hoy día 23 de abril tenemos un recuerdo para todas las víctimas del coronavirus y enviamos una felicitación muy emocionada a toda la sociedad aragonesa por su compromiso, generosidad y humanidad que ha demostrado con los afectados por la guerra de Ucrania, con el pueblo ucraniano y con los inmigrantes. En Aragón, tierra de pactos, sabemos, además, esforzarnos e involucrarnos y llevamos la nobleza en nuestro ADN. Ese es nuestro sello identitario y mi orgullo como aragonés. Vamos a vivir la fiesta con alegría e ilusión, pero autoexigiéndonos las debidas precauciones para impedir que la variante ómicron vuelva a campar a sus anchas entre nosotros.

¡Feliz día de nuestro patrón!, el señor San Jorge.

¡Viva Aragón!

Mejor financiación para un mayor autogobierno (Joaquín Palacín - CHA)

La nueva configuración del Estado permitió redistribuir, en un proceso inconcluso, el poder político a territorios como Aragón que poseen una personalidad propia, diferenciada, una voluntad inequívoca de querer ser.

Ahora, en este 40 aniversario de la aprobación de nuestro Estatuto de Autonomía, tenemos, sin duda, un mayor poder político, disponemos de instituciones propias, aunque lastradas por una insuficiencia financiera endémica. Disfrutamos de una capacidad mayor para tomar decisiones destinadas a reforzar el sistema de servicios públicos esenciales, siempre necesitados de mejora, y de reorientar el modelo productivo aragonés hacia lo cercano, lo digital y sostenible.

"Disfrutamos de una capacidad mayor para tomar decisiones destinadas a reforzar el sistema de servicios públicos esenciales"

Tenemos pendiente de traspaso todas las nuevas competencias aprobadas en 2007. Debemos a nuestras lenguas el reconocimiento por su nombre en el estatuto. Reivindicamos una clave política vital para nuestro futuro: mejorar el actual sistema de financiación. Necesitamos 628 millones de euros adicionales cada año para cubrir dignamente los servicios esenciales. Sin olvidar que nuestro estatuto nos permite establecer un convenio bilateral entre Aragón y el Estado, nunca firmado.

2023 necesita una mayoría parlamentaria aragonesista que considere necesario avanzar en nuestro autogobierno. Es nuestra opción política, imprescindible para cuidar mejor de nuestra gente y poder hacer de Aragón nuestra casa y paisaje, el lugar de nuestra vida.

No podemos felicitarnos por esta etapa (Santiago Morón - Vox)

Aragón atesora una historia colmada de referencias más que centenarias. No podemos desdeñar esta mirada, de evolución y conocimiento integrador de nuestra historia a la vez. Una visión reduccionista, o limitada, puede inducirnos a errar el foco. Los árboles que impiden ver el bosque, suele decirse.

Y algo así puede ocurrirnos, si nos dejamos llevar por la euforia inducida desde el interés del Gobierno de Aragón con esta celebración. Cuando, de suyo, celebrar San Jorge, supone preguntarnos por nuestro presente, obviamente, y lanzarnos a la búsqueda de razones para plantear un futuro de más sentido.

En Vox no podemos felicitarnos por esta etapa de nuestra historia; a nuestro juicio, manifiestamente mejorable. Una opinión, por cierto, cada vez más compartida en el tejido social aragonés y español, que ya no cree relatos interesados. Aquellos de quienes, en su autocomplacencia, carecen de reparos para vender bondades de un sistema de administración, el autonómico, que en nuestro país ha generado desigualdad.

"El futuro de Aragón pasa por una España unida, orgullosa de su variedad y su pluralidad. Administrativamente descentralizada, pero políticamente unitaria"

Un sistema muy lejos de la panacea que se describió en 1978. El modelo autonómico ha provocado la ruptura de la igualdad entre españoles. No ha cumplido los fines para los que fue concebido. Y su coste ha alcanzado proporciones alarmantes. Vox cuestiona este sistema políticamente inmanejable y financieramente insostenible.

El futuro de Aragón pasa por una España unida, orgullosa de su variedad y su pluralidad. Administrativamente descentralizada, pero políticamente unitaria.

Autogobierno al servicio de un nuevo país (Álvaro Sanz - IU)

Huiré de la tentación de glosar las bondades de nuestro estatuto en su 40 aniversario, pues es momento de hablar de autogobierno al servicio del futuro, no solo de Aragón, también del conjunto del estado español, como respuesta a las viejas cuestiones que siguen atravesándolo y como lugar desde el que afrontar nuevos retos.

Estos últimos años nos han puesto a prueba como sociedad exigiéndonos dar respuesta a lo más básico: la salvaguarda de la vida. Una prueba que, no sin dolor, sacrificio y entrega, hemos superado gracias a dos cuestiones esenciales: anteponer la necesidad a la austeridad y optar por la concertación y el pacto desde el autogobierno en la toma de decisiones, sanitarias o económicas, para el diseño de una estrategia compartida como país.

"Tenemos la oportunidad, junto al resto del Estado, de modernizar nuestro país consolidando su futuro como una cotidiana práctica federal "

La definición de políticas públicas desde la búsqueda de consensos y criterios compartidos ha supuesto un cambio de paradigma que ha federalizado nuestro país, a pesar de los límites constitucionales, las controversias judiciales y la obsesión de determinados líderes políticos en la autoafirmación por confrontación.

Ese camino, el del autogobierno comprometido y solidario, no puede tener retorno. Tenemos la oportunidad, junto al resto del Estado, de modernizar nuestro país consolidando su futuro como una cotidiana práctica federal que haga del consenso un formidable motor transformador para garantizar vidas dignas. El debate sobre la financiación autonómica y la reforma fiscal nos pondrá a prueba; huyamos del «qué hay de lo mío» y defendamos un reparto justo de la riqueza, para Aragón y para el resto de España.