La empresa textil Losan anunció ayer que va a cerrar de forma definitiva sus oficinas en la localidad zaragozana de Caspe. Aunque la empresa no precisó a cuántos trabajadores afectará la decisión, desde el ayuntamiento apuntan que este cierre supone el despido de en torno a medio centenar de personas , la mayoría administrativos y algunos trabajadores residuales de los antiguos almacenes.
En el complejo, situado en el polígono industrial Los Arcos, la compañía de moda infantil, propiedad del grupo Sonae, tan solo contaba con una oficina después de que en 2019 trasladara su almacén a Azambuja, en Portugal, desde donde se gestiona también la logística de Mo y Zippy, otras de las cadenas de moda del grupo.
Esta oficina era una de las tres que la empresa todavía conservaba en el mercado español, según explicó ayer la empresa en un comunicado.
Desde el consistorio, la alcaldesa de la localidad, Pilar Mustieles, aseguró que todavía no ha tenido la oportunidad de hablar con la empresa pero confirmó que el cierre supone «un gran palo para la economía de Caspe». «Es una empresa de las del día a día y que lleva muchos años afincada en la localidad y nos preocupa mucho que se vayan a perder de golpe tantos empleos ya que la mayoría corresponden a vecinos del pueblo», afirmó ayer Mustieles en declaraciones a este diario.
«Todas las personas que van a perder su empleo con este cierre son profesionales altamente cualificados que, con su experiencia, no van a tener ningún problema para encontrar un nuevo trabajo», añadió la primer edil.
Además, aseguró que, aunque todavía no saben cual es el futuro de las instalaciones del polígono industrial, el consistorio apoyará a cualquier empresa que decida instalarse en Caspe. «Nuestra prioridad es ayudar a cualquier empresario que ayude a aumentar el mercado laboral de nuestro pueblo», aseguró Mustieles.
La empresa confirmó que sí mantendrá las oficinas en Madrid y Barcelona, desde donde actualmente se gestiona el diseño, la producción y la distribución. El grupo Sonae justifica este cierre al encontrarse en la última fase del proceso de transformación que Losan empezó en 2019 y la cual califica como «absolutamente crítica» para preparar la empresa para la siguiente etapa, que está centrada en la expansión internacional y esta prevista que comience en 2023.
El cierre de todo el departamento logístico en 2019 supuso el despido de un centenar de trabajadores. En ese momento, la entidad, fundada hace más de 30 años por un caspolino aseguró que su intención era que la sede permaneciera activa en la comarca. Aunque en ese momento, la consejera de Economía, Marta Gastón, y el alcalde en funciones, Jesús Senante, se reunieron con la dirección para intentar presentarles un proyecto que consistía en convertir Caspe en un hub logístico, el traslado no se pudo impedir.
