El coronavirus permanece instalado en el centro penitenciario de Zuera, en Zaragoza. Si hace una semana el módulo 10 estaba afectado por cuatro positivos, lo que obligó a confinarlo, ahora el SARS-CoV-2 ha infectado a una treintena de presos. Para intentar parar el brote, los reos del módulo 11, 4 y 9, además de la enfermería, permanecieron confinados durante una semana. Es decir, unos 300 internos de los 1.297 que alberga el penal.
Una situación que se ha flexibilizado por las consecuencias que conllevaba esta medida: la suspensión de los vis a vis, la obligación de llevar mascarillas en las zonas que ellos consideran su casa, así como la prohibición de traslados a juicios, lo que obligó a aplazar vistas orales en un momento de gran actividad en los tribunales para evitar colapsos ante un mes de agosto de vacaciones que está cada vez más cerca.
Por el momento, los internos que han dado positivo en covid-19 presentan síntomas leves porque buena parte de la población reclusa está vacunada, si bien hay algunos que decidieron de forma libre no hacerlo. Pese a ello, el control de los pacientes está aumentando la sobrecarga que de por sí tiene el personal sanitario del centro. Como han denunciado en reiteradas ocasiones desde ACAIP y UGT, el cuerpo de enfermería sigue trabajando sin presencia de facultativos durante las noches y los fines de semana. «El futuro de la asistencia sanitaria en Zuera es una incertidumbre, más aún con la previsible jubilación a corto plazo de sus médicos. Esta situación ha derivado en recientes fechas en la renuncia a su puesto de la supervisora de enfermería», destacan desde el sindicato.
Además del coronavirus, realizan las atenciones sanitarias comunes y con un importante incremento del número de autolesiones. De hecho, fuentes consultadas destacan a este diario que el brote agrava el estado psicológico por el que están pasando muchos presos, ya que no pueden ver a sus seres queridos, tal y como están acostumbrados.
Como publicó EL PERIÓDICO, hay días en los que los sanitarios de esta cárcel, que es considerada una de las más importantes en cuanto a seguridad a nivel nacional, llegan a atender hasta a cuatro pacientes que se han provocado cortes. Hubo una jornada que, incluso, hicieron corto de grapas. Ha habido casos de reincidencia en los que sin dar tiempo de quitarles los puntos de sutura lo vuelven a hacer. Habitualmente se realizan cortes en antebrazos, piernas y en el tórax, pero ha habido casos en los que el preso ha decidido cortarse en el cuello y la urgencia para tratarle ha sido extrema para evitar una tragedia. Cuando los funcionarios han inspeccionado las celdas, en la mayoría de casos, habían empleado las cuchillas que les entregan para afeitarse, aunque en algún caso han llegado a utilizar lo que se conoce como pinchos carcelarios.
Unas autolesiones que, según estas mismas fuentes, han aumentado de forma considerable desde la reorganización de la población reclusa por las obras. Deberían haber finalizado el pasado mes de marzo y actualmente no se ha concluido ni siquiera la mitad del trabajo proyectado. Los trabajos se centran en los módulos 1 y 2, en los que ahora había unos 140 reos en cada uno que han tenido que redistribuirse, siendo el 1 uno de los espacios donde ingresan internos conflictivos y el 2 de preventivos no reincidentes. Es tal el número de personas que celdas individuales se han convertido en compartidas. A ello se suma que en las últimas semanas se está incrementando el número de internos. Cada día hay una media de dos o tres ingresos de libertad (nuevos) desde Madrid, Andalucía, Ceuta o Pamplona.
Pese a que en la cárcel las infecciones por covid-19 van a más, la situación de la comunidad en cuanto a la incidencia acumulada a siete días mejora. Ahora es de 160 casos por 100.000 habitantes frente a los 188 casos por 100.000 que se registraban el pasado martes. Las tasas acumuladas por municipios también han descendido mucho en localidades como Tarazona, ahora con 285 casos por 100.000 habitantes frente a los 933 casos por 100.000 que alcanzó el 12 de mayo.
En cuanto al diagnóstico de nuevos contagios de covid, entre el martes y el jueves de esta semana en Aragón se han detectado 967 infectados, una cifra inferior a los mismos días de la semana pasada. De ahí que la curva epidemiológica mantenga una dinámica descendente
La hospitalización de pacientes con covid en Aragón continúa su mejoría y en apenas tres días se ha registrado un descenso de 36 pacientes. De este modo, son 200 los enfermos que se encuentran ingresados en estos momentos, de los que 10 están en la unidad de cuidados intensivos (uci).
