La Diputación Provincial de Huesca y la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM) han financiado la mejora del sistema de depuración del refugio Cap de Llauset, en la que se han invertido 70.267 euros para los trabajos de ampliación de la capacidad de depuración de aguas residuales. Se trata de una de las cuatro obras en refugios que la institución provincial apoya en 2022, a la que se suman la reforma del refugio de Estós, la ampliación del de Góriz y las mejoras en el de Ángel Orús. El presupuesto total de todas ellas asciende a más de 750.000 euros.

La institución provincial señaló ayer que con el objetivo de ofrecer un mejor servicio a los montañeros que a diario utilizan el refugio Cap de Llauset, enclavado en pleno Parque Natural Posets-Maladeta, la DPH y la FAM han financiado las obras de reforma del sistema de depuración de aguas en esta infraestructura, ubicada a 2.425 metros de altitud.

El presidente de la DPH, Miguel Gracia, visitó el refugio, ubicado en el término municipal de Montanuy, y explicó que este tipo de instalaciones «tienen que seguir siendo referentes a nivel nacional tanto en calidad, como en gestión» y «deben ofrecer no solo un mínimo de servicios, sino que sus infraestructuras deben estar en el mejor estado posible». Añadió que Llauset es, desde que comenzaron los trabajos para su construcción, «ejemplo de sostenibilidad y respeto al medio ambiente», pero también destacó la colaboración entre instituciones, que permite la puesta en marcha de estas iniciativas, grandes infraestructuras «que son a su vez respetuosas con el entorno».

Gracia también subrayó la labor que realizan sus guardas, «comprometidos con su cuidado y defensores de un desarrollo sostenible de la montaña». «Ellos son los principales artífices del reconocimiento y prestigio que tienen tanto de este refugio como los del resto del territorio», comentó.

El proyecto, que ha supuesto 70.267 euros de inversión, financiado al 80% por la DPH y el 20% restante por la FAM, va resolver un problema en la depuración de aguas residuales que comenzó cuando el refugio alcanzó su máximo nivel de ocupación y puesto que, debido a la poca capacidad filtrante del terreno, no se absorbía debidamente el vertido.

La solución ha sido reconducirlo hasta el cauce del barranco que discurre por el fondo del valle, siendo imprescindible además que el proceso de depuración fuera más eficiente. Para eso, se ha instalado un humedal con un filtrante a base de fibra de coco en la salida de la fosa séptica, que ha tenido que ser modificada. Finalmente, se ha renovando y prolongado la conducción unos cien metros.