La primera comarca aragonesa, la del Aranda, se constituyó en 2001 y marcó cuál iba a ser la senda por donde discurriría el desarrollo del mapa de delimitación comarcal aprobado años antes. La creación de la Comarca del Aranda, ubicada en la provincia de Zaragoza, fue aprobada en una ley y supuso el arranque de un nuevo nivel de administración en el que todos los municipios, por pequeños que estos fueran, iban a disponer a escasos kilómetros de una pequeña capital que pudiera ofrecer los servicios básicos de forma eficaz sin necesidad que depender de otras capitales a muchos más kilómetros. Esa fue la filosofía de este nuevo mapa administrativo en el que los 731 municipios de Aragón fueron repartidos entre 33 comarcas

Con la aprobación de la Ley de Medidas de Comarcalización por las Cortes de Aragón el 26 de diciembre de 2001 se daba el paso decisivo en el camino a la transferencia de responsabilidades, presupuestos y personal desde el Gobierno de Aragón hacia las comarcas. El proyecto se convertía en una realidad y nacía para solucionar los históricos problemas territoriales derivados de la enorme dispersión geográfica de la población y de los servicios e infraestructuras que iban a permitir proveer a los aragoneses de una mayor calidad de vida. 

Fue todo un proceso de descentralización. Las materias objeto de transferencia en un primer bloque fueron Acción Social; Cultura; Patrimonio cultural y tradiciones populares; Deporte; Juventud; Promoción del turismo; Servicio de recogida y tratamientos de residuos urbanos; y Protección civil y prevención y extinción de incendios.

De las 33 comarcas aragonesas, todas ellas excepto la última en constituirse, la Comarca Central, asumieron estas competencias. Aunque 21 años después, todavía no ha finalizado el proceso descentralizador iniciado.