El Periódico de Aragón

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CONGRESO MUNDIAL DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN 2022

Mar Cabra: "Se puede ganar un Pulitzer trabajando de ocho a cinco"

La periodista madrileña obtuvo el galardón en 2017 por formar parte del equipo que destapó los Papeles de Panamá, pero aquello no le dio la felicidad que se le presupone al éxito | Ahora se ha convertido en una firme defensora de la salud mental para devolver al periodismo un estado de plenitud

Mar Cabra, en uno de los pasillos del Palacio de Congresos de la Expo, donde este viernes ha impartido una charla sobre la salud mental en el periodismo ANGEL DE CASTRO

Puede decirse sin temor a equivocarse que Mar Cabra cambió el mundo a base de periodismo. Lo hizo un poquito mejor al desvelar aquellos polémicos Papeles de Panamá, que desembocaron en dimisiones de ministros en España y le sacaron los colores a una legión de evasores fiscales. Y cuando el mundo se lo reconoció concediéndole el Premio Pulitzer con apenas 34 años, algo se quebró. Fue cuestión de salud mental, por supuesto, que parecía ser incompatible con el oficio. Y ahora se ha propuesto poner el asunto sobre la mesa a través del proyecto The Self-Investigation.

A quemarropa. Si yo digo periodismo, usted dice...

Democracia.

¿Le ha dado muchas alegrías?

Me ha permitido construir un mundo mejor. Destapar cuestiones que sin el trabajo de los periodistas no se habrían destapado y ayudar a crear una sociedad donde hay menos desigualdad.

No es poco.

Ni es fácil conseguirlo. El periodismo atraviesa una crisis de modelo de negocio y confianza por parte del público. A veces los medios se pierden en cuestiones superficiales en vez de invertir en sosas verdaderamente importantes.

A veces hay que mirar atrás para ver cuándo uno alcanza la cima. Su momento es evidente: 2017.

En esa fecha ganamos el Pulitzer el equipo de los Papeles de Panamá. Supuestamente tenía que estar feliz y tenía que sentirme exitosa. Me sentía así, pero al mismo tiempo muy sola, agotada y desgraciada. Infeliz. Muchas veces creemos que el éxito es ganar premios y conseguir títulos, pero me di cuenta de que lo importante de verdad era no perderse en el camino. Tras tanto trabajo, tras alcanzar mi propósito, me había olvidado de Mar, la persona.

¿Cómo se come eso?

Malamente, tra, tra (ríe). Para mí fue una gran lección de la vida. Aprendí una vez más que el éxito está más dentro que fuera. El Pulitzer fue un gran reconocimiento, estoy muy agradecida, y me está sirviendo para visibilizar las cuestiones de salud mental en el mundo del periodismo. Pero me dejé una parte de mí en el camino que estoy intentando recuperar.

¿Ese es un nuevo Pulitzer? Ni se habla ni se hablará de la salud mental de los periodistas...

No estoy de acuerdo. Se hablará. Las cosas están cambiando. Mira: yo tuve depresión nada más empezar mi carrera. Tenía veintipocos y trabajaba en La Sexta. Los ataques de ansiedad eran enormes y me cogí una baja. Seis meses. Era 2008 y la gente me decía que estaba igual, que tomaban antidepresivos y ansiolíticos. Pero no lo decían para que no afectara a sus carreras, era como evitar ese hueco en el curriculum. Ahora, en 2022, hemos lanzado un curso en inglés sobre salud mental y se han apuntado 1.300 personas de 130 países.

Tiene el periodismo una idiosincrasia particular. Cómo se relaciona con las fuentes, con el poder... No sé si los más románticos apartan la cuestión de la salud mental.

Yo me creía una supermujer. Creía que tenía toda la energía del mundo, que podía estar conectada todo el rato, que muchos compañeros lo han hecho y yo también lo podía hacer._Me equivocaba. Yo no vi venir mi burn out, el síndorme del trabajador quemado que tuve. Fue un zasca en la cara porque el cuerpo es muy sabio. Nos pasa a los periodistas y al resto de profesiones pasionales: creemos que la pasión nos va a mantener a flote, pero si no estamos bien, es imposible. Trabajamos en entornos que nos cuidan. Acaba habiendo problemas de salud física, dejamos la profesión, nos vamos a otros sectores... Y el mundo no puede permitirse eso ahora mismo.

¿En la mano de quién está tal cambio?

De los directivos de los medios de comunicación. Y es muy sencillo, son acciones que no cuestan dinero. Los medios están en crisis, pero tienen un activo en el que ya han invertido, que son las personas. Si las cuidas, estarán comprometidos con la empresa, serán más eficientes y harán mejor periodismo. Y es una inversión en la sociedad. En un artículo hablo sobre una cuestión: si los periodistas no estamos bien, ¿cómo podremos cubrir temas complejos como la guerra de Ucrania, la pandemia, o luchar contra la desinformación? La gente se está desconectando de las noticias a niveles récord.

¿Es el romanticismo el que lleva algunos a ejercer de una forma insana este oficio?

No sé si es romanticismo o mitos. Esa imagen del ‘buen periodista’ de Hollywood: todo el rato trabajando, a veces bebe demasiado, se encuentra con las fuentes en bares, siempre conectado. Esa es la idea que hemos generado, y para mí es errónea. No descansar, no gestionar el estrés lleva a la enfermedad.

¿Se puede desvelar los papeles de Panamá trabajando de ocho a tres?

Hay momentos en la Historia en los que hay que hacer esfuerzos. A veces hay que hacerlos, jamás diré que no hay que hacerlos. Lo importante es que luego podamos descansar y recuperarnos. O que durante el camino encontremos momentos para revargar nuestra batería, porque somos mejores recargando la del móvil que la muestra. No sé si hubiéramos sacado los Papeles de Panamá trabajando de ocho a tres, pero sí de ocho a cinco siendo eficientes si respetamos el descanso para que esas horas que le echamos sean verdaderamente efectivas. 

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