Aragón licitará en diciembre o en enero su plan extraordinario de carreteras, un programa para mejorar el 30% de las vías autonómicas gracias a la colaboración público-privada que supondrá una fuerte carga sobre las arcas de la comunidad de alrededor de 3.000 millones en 24 años y eso, advirtió el presidente, Javier Lambán, obligará a "reajustes muy serios" en el presupuesto si no crece la financiación autonómica.

Así lo indicó con motivo de la inauguración en Zaragoza de unas jornadas sobre la colaboración público-privada como modelo de gestión de redes de carreteras organizadas por la Asociación Española de la Carretera, cuyo presidente, Juan Francisco Lazcano, subrayó que las carreteras son un servicio público esencial y sufren en España un déficit de inversión de 10.000 millones para ponerlas en "estado de revista" y, en su opinión, el paso que ha dado Aragón para resolver el problema es "pionero" y "verdaderamente valiente".

Al respecto, el consejero de Vertebración del Territorio del Gobierno de Aragón, José Luis Soro, concretó que el plan extraordinario de carreteras supondrá una inversión inicial de unos 630 millones para mejorar el 30% de las vías autonómicas por las que circula más del 60% del tráfico de la red secundaria, que se licitará en diciembre o enero próximos y que a lo largo de 2023 se cerrará el proceso de adjudicación de los contratos para que comiencen las obras en 2024, con 30 meses de ejecución.

El plan, por el que las adjudicatarias asumirán la inversión y se encargan de la conservación de las vías durante 25 años con el cobro de un canon anual global de unos 125 millones, divide las actuaciones en carreteras que vertebran Aragón en diez zonas más la duplicación de la A-127 entre Tauste y Ejea de los Caballeros para conectar las Cinco Villas con vías de alta capacidad.

Según Soro, Aragón ha tomado decisiones "audaces" al optar por la colaboración público-privada para solucionar un déficit en inversiones en carreteras que se arrastra desde hace décadas y que sería "imposible asumir con cargo al presupuesto ordinario", una opción que permite además liberar recursos propios para actuar en el resto de la red, en carreteras a las que de lo contrario "no les llegaría jamás el turno".

Las comunidades están "muy atentas" porque esta fórmula será la "hoja de ruta" que seguirá el resto, afirmó el consejero, quien avanzó que están prácticamente cerrados los pliegos de licitación, con lo que el plan está en la última fase administrativa y con "mucha expectación" entre las empresas aragonesas y de fuera.

A su juicio, el Gobierno de Aragón está haciendo un «ejercicio de realismo» al constatar que es imposible acometer las obras con el presupuesto ordinario y de que no se podía esperar más tiempo, porque las vías –que para Lambán en gran parte tienen un estado "pésimo, malo, lamentable"–, son un servicio público, más en Aragón, y "había que actuar".

Lambán advirtió del problema creciente con la financiación autonómica, hasta el punto de que prácticamente todos los recursos de la comunidad se tienen que destinar a sanidad, educación y servicios sociales, con lo que "no hay manera de atender como se merecen otro tipo de políticas públicas".

Incidió en que Aragón representa el 10% del territorio y el 3% de la población y, dado que en la financiación autonómica se da más peso a la demografía, se ha visto "notablemente perjudicada» en casi todos los repartos de fondos.