Apenas quedan 26 días para el pitido inicial de las elecciones autonómicas y municipales, pero las alineaciones que cada partido presenta en los 731 municipios aragoneses y en las Cortes autonómicas ya no podrán tocarse tras publicarse ayer las listas definitivas en los boletines provinciales, utilizados para subsanar errores. Y lo cierto es que saltaron sorpresas de última hora. Es el caso de la candidatura de Podemos para el Ayuntamiento de Tarazona, que finalmente liderará Andoni Corrales, el jefe de gabinete de la líder de Podemos en Aragón, Maru Díaz, y el número dos en las listas para las Cortes de Aragón, que no figuraba en las listas provisionales a la capital moncaína.
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Corrales, preguntado por este diario, aseguró que se debe «a un error de la junta electoral» que no incluyó su nombre en la lista y que «la propia junta electoral avisó al partido del error que habían cometido». En las elecciones de 2015 y 2019 se presentó por Huesca al parlamento autonómico, aunque es desde hace años vecino de Tarazona y el Moncayo además de trabajador del Sarga. Será su debut en la política municipal.
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En otros menesteres, el análisis pormenorizado de las listas deja un tablero de juego con ciertos asuntos por estudiar. Como el hecho de que Tú Aragón haya colonizado a su socio de coalición para la batalla del 28M, Ciudadanos. La formación naranja tan solo participa en 13 de las 106 listas presentadas en Aragón por la coalición, lo que reduce en un 92% su presencia electoral si se compara con los comicios de 2019, cuando Cs presentó 169 candidaturas. Por ponerle nombres al asunto, en la provincia de Zaragoza, Ciudadanos solo presentará candidatos en Fuendetodos, Farlete, Sádaba, Épila, Fuentes de Ebro, Ejea de los Caballeros y Calatayud, mientras que en la provincia turolense tan solo se presentan en un municipio con más de 300 habitantes.
El tablero de juego final también ha arrojado una treintena de candidaturas no proclamadas en Aragón. La mayoría son del PAR, que se deja 18 listas por el camino en Teruel: Calanda, Híjar, Manzanera, Burbáguena, Montalbán, Muniesa, Ojos Negros, Albalate del Arzobispo, Ariño, Azaila, Beamonte de San José, Castellote, La Portellada, Molinos, Monroyo, Oliete, Urrea de Gaén y Villafranca del Campo.
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El PSOE, por su parte, no proclamó ocho candidaturas, mientras que el PP no lo hizo con dos. Chunta Aragonesista, la fuerza de izquierdas que más candidaturas conformó, con 163 en total, ha visto como se caía a última hora en Zuera, una de las grandes plazas de la comunidad. Tampoco se presentará finalmente la Falange al ayuntamiento de Zaragoza.
Donde también se han registrado cambios es en los municipios donde no habrá tensión el día de las elecciones. Con la no proclamación de las listas del PSOE y el PAR en Villafranca del Campo (Teruel), el PP se adjudicará la alcaldía. Lo contrario ocurrirá en Los Pintanos, en Zaragoza, donde en las listas provisionales tan solo el PP se había presentado pero adonde concurrirán finalmente candidatos del PSOE y la Federación de Independientes de Aragón. Era este el único municipio en toda la provincia donde se había presentado tan solo una lista.
No habrá más que un candidato a la alcaldía en siete municipios de Huesca. En Bonansa se confirma que el regidor volverá a ser Marcel Iglesias, hijo del expresidente Marcelino Iglesias, mientras que en Antenza también será un socialista, Antonio Miguel Montanuy. También en Arén, donde Asunción Codina tiene asegurado el bastón de mando, que tomará de su número cuatro en las listas, el hoy presidente de la DPH, Miguel Gracia. El PAR sigue teniendo una alcaldía, en Besians, con Juan José Arnal. En Berbegal, el alcalde será el socialista Julián Ferrando, mientras que en Sahún será José Luis Rufat (PSOE), igual que en Espés, Ramón Roso.
El fenómeno difícilmente contrastable –pero reconocido en voz baja por las formaciones políticas consultadas– es el de las listas fantasma, esa práctica legal aunque poco estética de cara a la galería. Son aquellas en las que se incluyen candidatos ajenos al municipio en la convocatoria provisional para ganar tiempo mientras los secretarios de organización negocian la entrada en tales listas de vecinos de las localidades que suelen arrastrar más votos al ponerles cara y ojos los votantes.