Accesibilidad

El 88% de los zaragozanos vive en un edificio con ascensor

Los fondos de la UE van a permitir acelerar la rehabilitación de las viviendas más antiguas

Los inmuebles más numerosos en Zaragoza datan de los años 70

Dos vecinos del número 13 de la calle Peña Oroel de Zaragoza, que estrenan ascensor.

Dos vecinos del número 13 de la calle Peña Oroel de Zaragoza, que estrenan ascensor. / ANDREEA VORNICU

Carlota Gomar

Carlota Gomar

El 88% de los residentes en Zaragoza tiene ascensor en su edificio. Un porcentaje elevado si se tiene en cuenta que en la capital aragonesa hay más de 326.000 viviendas y más de la mitad de estas (183.480) fueron construidas entre 1940 y 1980, una época en la que la accesibilidad no entraba en los diseños y proyectos de los arquitectos ni la administración.

La accesibilidad ha ido cobrando importancia con el paso de los años. Un simple bordillo en el portal puede convertirse en una barrera infranqueable para una persona con problemas de movilidad. Y un edificio sin ascensor acaba convirtiéndose en una cárcel para los más mayores.

Tanto el Gobierno de Aragón como el Ayuntamiento de Zaragoza tienen líneas de ayuda destinadas a la rehabilitación de viviendas. Programas que priorizan la accesibilidad, además de las deficiencias energéticas, y que han permitido mejorar la movilidad vertical en la capital, donde una cuarta parte de los edificios son de los años 70.

La movilidad vertical

La Cátedra Territorio, Sociedad y Visualización Geográfica de la Universidad de Zaragoza (UZ), dirigida por Ángel Pueyo y en colaboración con el ayuntamiento, se encuentra inmersa en un estudio sobre la movilidad vertical. Un análisis que permitirá conocer las infraestructuras y la calidad de vida de las personas mayores.

El conjunto más numeroso de viviendas es de los 70 (casi una cuarta parte), seguido de las del 2000 (17,6%) y las de los años 60 y 80 (más del 16%). Las más antiguas, anteriores a 1950, representan un 4,8%. Es importante destacar que, a la edad del edificio, se le suma el envejecimiento de la población, con más problemas de movilidad.

El 70% de los zaragozanos reside en una segunda planta o por encima de esta. De estos, un 12% no tiene acceso a un ascensor y el 8% vive en la primera planta, una altura suficiente para que una persona con problemas de movilidad no pueda salir de casa cuando lo desee.

«Zaragoza es una ciudad que puede estar satisfecha en este sentido», apunta Pueyo, que recalca que no todas las capitales pueden presumir de garantizar la accesibilidad del 88% de su población.

Los principales problemas se concentran en las viviendas más antiguas, como los grupos sindicales que se distribuyen por Delicias, El Rabal, Las Fuentes, el Casco Histórico y San José.

Los 21 grupos sindicales

En Zaragoza hay 21 conjuntos urbanos con 658 edificios y 8.560 viviendas. La accesibilidad es uno de sus principales problemas, al carecer de ascensores, por no hablar de los bordillos que tienen que salvar sus vecinos para acceder a los rellanos en los que, a día de hoy, no se ha intervenido. El consistorio centra gran parte de sus esfuerzos inversores en estos inmuebles, que también necesitan actuaciones para mejorar su eficiencia energética. Desde el año 2019 se han invertido algo más de 20 millones en rehabilitación.

La instalación de un ascensor, aunque necesaria, no siempre es una tarea sencilla. Además del papeleo y la burocracia, los vecinos tienen que aportar una parte importante del coste total, lo que suele dificultar el consenso. Y sin consenso no hay ascensor.

Ahora, la llegada de los fondos europeos se presenta como una oportunidad para acelerar la rehabilitación integral de tres grupos sindicales: Vizconde Escoriaza (en Las Fuentes), Aloy Sala (Casco Histórico) y Balsas de Ebro Viejo (El Rabal), donde se reformarán 31 edificios con hasta 250 viviendas.