El Casademont Zaragoza ha ido a Rusia para ser campeón. Pero para llegar hasta el final hay que empezar por el principio y no habrá título ni gloria si el equipo no supera los cuartos de final. En ese primer paso le espera el equipo anfitrión, el Nizhny Novgorod (18.00 horas) en un Nagorny que abrirá sus puertas para un máximo del 60% de su capacidad, que es de 5.600 espectadores. Todos con guantes, mascarillas, distancia social, sin comida. Una final europea con público en las gradas, toda una rareza en estos tiempos, es un nuevo hito en la trayectoria del Casademont. Pasar a la historia requiere avanzar y jugar la final el domingo.