Con la cabeza bien alta

Las bajas condicionaron a un Casademont que se vio muy exigido físicamente, con tres jugadoras por encima de los 30 minutos de juego y otras dos rondando la media hora. El 2-0 inicial fue la única ventaja de las aragonesas porque el Perfumerías Avenida no tardó en coger las riendas del partido a base de triples, suerte que acabó siendo decisiva con los 13 que anotó el líder de la competición durante toda la tarde. De hecho, comenzó con tres consecutivos que pusieron el 2-9 en el marcador y aún anotó un cuarto para el 5-12, un ritmo anotador que resultaba inalcanzable para las aragonesas, no tan certeras desde la larga distancia.

Pero eso no fue obstáculo para que el Casademont tirara de casta y mantuviera la pelea en el partido. El conjunto zaragozano consiguió evitar que la diferencia llegara ya a los diez puntos justo hasta el final del primer cuarto (15-25). Así se mantuvo también de inicio en el segundo parcial, hasta que una pequeña reacción local obligó al Perfumerías a parar el partido para evitar sorpresas (24-32, min. 14). Cortaron la situación las salmantinas, pero eso tampoco arredró a las aragonesas, que lograron un parcial de 8-0 para meter el susto en el cuerpo a su rival. Del 24-34 se pasó al 32-34 a falta de tres minutos para el descanso.

Envalentonadas, conscientes de que su trabajo estaba dando sus frutos, las jugadoras del Casademont mantuvieron el tono y consiguieron incluso reducir la diferencia a un solo punto (36-37 a 1.58 del descanso). El Perfumerías logró un parcial de 0-4 para llegar al intermedio 36-41.

A la vuelta de vestuarios otro mini parcial de 0-5 volvió a poner la diferencia en los diez puntos. Otra vez cuesta arriba, otra vez que el Casademont se mostró dispuesto a arremangarse y continuar en la pelea. Poco a poco, punto a punto, las aragonesas fueron otra vez arañando esa distancia. Con mucho esfuerzo, consiguieron mantenerse a una distancia prudencial, hasta que llegó el que parecía que podía ser el hachazo definitivo del Perfumerías Avenida. Al terminar el tercer cuarto la diferencia brincó por encima de la barrera psicológica de los diez puntos (51-67).

El equipo castellano vio ahí su oportunidad de romper definitivamente el partido y estiró la distancia hasta los 19 puntos (51-70). Tampoco así sacó la bandera blanca el Casademont Zaragoza, que aún hizo un esfuerzo más y volvió a acercar la diferencia a la decena de puntos (63-71). Hasta ahí llegó el Casademont Zaragoza, sus fuerzas, su rotación, su físico. La afición presente en el Príncipe Felipe agradeció el esfuerzo de las suyas con un gran aplauso final. El equipo aragonés cayó con la cabeza bien alta y ya puede pensar en su siguiente reto.