Una lucha ante el Valencia y contra sí mismo

De lo que menos se ha hablado esta semana en el entorno del Casademont Zaragoza es del partido que esta domingo enfrenta a los aragoneses con el Valencia Basket (17.00). La destitución, el pasado lunes, de Jaume Ponsarnau y las negociaciones con el serbio Sakota para que coja las riendas han aglutinado las conversaciones y el interés acerca de la marcha del equipo, pero lo cierto es que la competición no para, y el Casademont atraviesa una delicada situación, tanto por sensaciones como por la situación en la tabla clasificatoria, en la que se ha estrechado el margen con las posiciones que te mandan a la Liga LEB a tan solo un triunfo.

En medio del caos reinante, el hombre que acaparará las miradas será Aleix Durán, ayudante de Ponsarnau y al que le ha tocado la complicada papeleta de dirigir a los zaragozanos en estos días de transición. Devolver el tono competitivo perdido a un equipo desconcertado es el objetivo del técnico, que apeló en la previa del encuentro a la «responsabilidad individual» de cada jugador de la plantilla para intentar hacer daño a uno de los mejores equipos de la ACB. Ardua tarea la que afronta el Casademont, que tendrá que pelear contra los valencianos y contra sí mismo si quiere llevarse la que sería una importantísima victoria de La Fonteta. 

Está por ver si Durán sigue los pasos de su hasta ahora jefe o hace una revolución en el sistema y en la rotación de la plantilla buscando una reacción inmediata. Ante el atasco en el ataque que han sufrido los aragoneses en los últimos encuentros, recuperar a Matt Mobley para la causa parece imprescindible. El escolta americano llegó para ser la referencia ofensiva, y así lo fue en el comienzo de la temporada, pero ha ido perdiendo peso hasta acabar teniendo un rol residual para Ponsarnau. Su despertar puede ser el de un Casademont que necesita que, en una situación tan especial, los pesos pesados de la plantilla den un paso adelante. Para plantar cara al Valencia Basket, Hlinason deberá ser el de Islandia, Cook mandar sobre la cancha y Radoncic sumar a su energía el acierto que le está faltando este curso. 

El rival

Y puede ser que ni aun así sea suficiente. Quinto en la tabla con un partido menos, el conjunto dirigido por Joan Peñarroya no está firmando su año más regular, pero cuenta con una de las plantillas con más calidad de la competición. Las bajas confirmadas de Sam Van Rosson y Nenad Dimitrijevic debilitan la posición de base de un equipo en el que un año más su jugador estrella es el montenegrino Dubljevic. Acompañando al pívot, nombres como Prepelic, Claver, López-Aróstegui o el aragonés Pradilla serán a los que se tendrá que enfrentar un Casademont en un partido envuelto en la incógnita acerca de cómo va a reaccionar un equipo ante un cambio de técnico.