La crónica del Bilbao Basket-Casademont Zaragoza: medio partido no basta (86-83)

Hacerlo bien a ratos no suele ser suficiente. Remontar más de diez puntos es cada vez más factible pero no siempre es posible. Todo eso le pasó al Casademont Zaragoza en Bilbao (86-83), donde una deficiente primera parte volvió a condenarle pese a la mejora en la segunda y acabó consumando su tercera derrota seguida en la Liga Endesa, esta vez ante un rival directo que ahora le iguala con ocho triunfos. Al menos los aragoneses conservan el averaje particular.

Los problemas habituales en defensa y en el rebote defensivo permitieron al Bilbao Basket escaparse en la primera parte y, aunque la segunda tuvo claro acento aragonés, acabó siendo suficiente para decantar el partido. Por muy bien que lo estuviera haciendo, por mucho que McFadden recuperara el acierto, que Bell-Haynes siguiera a lo suyo, que el equipo ganara más capturas, el Casademont nunca pudo darle la vuelta al resultado, ni siquiera igualarlo, para terminar cediendo en un final alargado agónicamente sin un resultado feliz.

El Casademont Zaragoza comenzó bien pero realizó una mala primera parte. Las dos rápidas faltas que le señalaron a Hlinason en poco menos de dos minutos de juego dieron vía libre a Watt, que llevó a su equipo a un 6-12 a los tres minutos de juego. Sin embargo, luego fue el norteamericano en el que tuvo que sentarse con dos faltas y el equipo comenzó a atascarse. El conjunto aragonés no encontró fluidez en ataque y tuvo los habituales problemas en defensa y el rebote defensivo, lo que permitió al Bilbao primero darle la vuelta y, después, tomar las riendas del partido. En los primeros diez minutos el Casademont solo anotó cinco canastas (dos triples) y siete de sus 19 puntos llegaron desde el tiro libre.

El conjunto local aprovechó su buen acierto de tres al final del primer cuarto y principio del segundo para irse por encima de los diez puntos de ventaja (31-19), distancia que pudo mantener sin demasiados apuros porque el Casademont no tuvo la continuidad necesaria para remontar. No la tuvo sobre todo en defensa, lo que impidió que pudiera hacer algún parcial interesante con el que acercarse en el marcador. 

Hubo un poco de Mencía, un poco de Langarita buscando a sus compañeros, Bell-Haynes como siempre aportando en casi todo, y poco más. McFadden se sentó desesperado tras fallarlo todo de nuevo. El Casademont solo anotó trece puntos en el segundo cuarto y se fue e al descanso muy lejos del Bilbao. No solo por los 13 puntos de diferencia (45-32), sino sobre todo por su juego y sensaciones. Porque así no iba a llegar muy lejos.

Las faltas

Fisac apostó por McFadden de inicio al principio del tercer cuarto y su apuesta por recuperar al tirador acabó dando sus frutos. Mientras tanto, el equipo mejoró notablemente en el rebote (7-15 ganó el equipo aragonés este apartado), no tanto en defensa, y encontró el acierto desde el 6,75 con cuatro triples en seis intentos en el cuarto. Eso le permitió volver al partido, aunque fue insuficiente para darle la vuelta antes del parcial definitivo (61-57).

Los problemas de faltas se acumulaban por dentro, con la cuarta de Sulejmanovic al final del tercer cuarto y la de Watt al inicio del último. El Casademont no aprovechó algunas oportunidades para seguir recortando, bien por precipitación de Bell-Haynes, bien por errores de Mencía bajo el aro, y el Bilbao tomó algo de aire (72-63 a siete minutos). Apareció entonces el acierto de McFadden con dos triples que volvieron a acercar al Casademont, pero todo lo que hizo el equipo aragonés pareció o fue insuficiente. 

El equipo lo intentó hasta el final pero lo más que pudo hacer fue acercarse a un punto para acabar teniendo una posesión con 9.8 segundos para buscar un triple y que tuviera que lanzar Watt y lo acabara taponando Killeya-Jones. El equipo ganó la segunda parte anotando nada menos que 51 puntos, pero no llegó a contener a su rival en defensa, recibiendo 25 puntos en el último parcial.

El Casademont llegó tarde al partido y, cuando quiso, ya no pudo. Sus referencias ofensivas volvieron a ser las habituales, Bell-Haynes (17 puntos), Watt (13) y Yusta (11), aunque pueden considerarse buenas noticias que se acabara sumando McFadden (14 puntos) y que Langarita volviera a tener minutos de calidad como escolta. Pequeñas cosas que no alcanzan porque no se puede regalar medio partido.