Podría parecer un edificio residencial más del barrio zaragozano de Casablanca, pero en la entrada un cartel en piedra avisa de que en realidad se trata de una casa cuartel de la Guardia Civil. Por si no fuera suficiente, una bandera de España en su mástil recalca que el edificio pertenece al Estado. Ello no amilanó a unos ladrones que robaron las dos ruedas de un vehículo que estaba estacionado delante. Ahora buscan a los autores.

La sustracción ocurrió pasadas las 03.00 horas de la madrugada. Los investigadores son conocedores de ello porque, pese a que este puesto del instituto armado estaba cerrado en el momento del robo, las cámaras de seguridad grabaron el transcurso de los hechos y los dataron. Es más, el vídeo está constituyendo una prueba fundamental para intentar dar con los sospechosos, pero también será importante de cara al juicio.

En una media hora los ladrones se llevaron las dos ruedas delanteras de un vehículo de la marca Opel casi recién sacado del concesionario. Estos, que eran tres hombres, llegaron en su vehículo por la calle Riglos y pararon en doble fila en la calle Vadiello, lugar donde estaba el turismo objeto de los amigos de lo ajeno y delante de la puerta principal de la casa cuartel.

Sin preocupación alguna, los tres hombres se bajaron y emplearon unos gatos hidráulicos y unas llaves con las que quitaron las dos ruedas del turismo, con las llantas incluidas. Tras echarlas al maletero se marcharon tan tranquilos. Nadie se dio cuenta, ni la seguridad estática que hay siempre en este tipo de edificios pertenecientes a la Benemérita.

Fue el propietario del coche el que al día siguiente fue a emplearlo y descubrió rápidamente que no tenía ruedas, puesto que el turismo descansaba sobre la parte delantera.

Los investigadores tratan ahora de identificar y localizar a los ladrones a partir de las grabaciones de las cámaras puesto que no llevaban nada que les tapara el rostro, ni la mascarilla que debían de haber llevado al compartir un espacio tan pequeño como es un vehículo para evitar contagios del covid-19. El destino de los neumáticos también puede ser una pista para dar con los sospechosos.

Un objeto de deseo

En los 80 el objeto de deseo de los ladrones eran los propios vehículos que robaban tras hacer puentes; luego fueron los catalizadores, –en Zaragoza hubo una oleada de robos en 2018– y ahora son las ruedas y los volantes.

En Madrid ya ha habido detenciones por ello. La Policía Nacional detuvo a los cuatro integrantes de una banda que robaba ruedas de vehículos de alta gama en garajes comunitarios en Villa de Vallecas y Leganés. La investigación se inició en febrero a raíz de la información obtenida por un agente fuera de servicio al querer adquirir unas llantas de segunda mano. Continuando con las tareas de averiguación comprobaron que existía una nave en las afueras de la localidad de Chinchón en la que se ocultaba abundante material de este tipo y que pudiera tener una procedencia ilícita.