La Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón investiga la agresión sexual denunciada por una joven zaragozana de 18 años durante este fin de semana. Los hechos se habrían producido la noche del viernes al sábado en el interior del almacén de un establecimiento de ocio nocturno situado en la calle Azoque de la capital. El sospechoso fue detenido gracias a ser reconocido en la red social Instagram.

La joven explicó a los agentes que había quedado con unos amigos en las inmediaciones de la puerta del Carmen, sobre las 22.00 horas, acudiendo a la discoteca sobre las 23.30 horas. Ya dentro de la misma, y tras dejar la ropa en el guardarropía, se pidieron una copa y estuvieron bailando.

En un momento dado se fueron a la barra y se les acercó un joven que ella no conocía, quien le dijo que le acompañara al piso de arriba en el que solo pueden subir mayores de 21 años. Le dio, tanto a la chica como a un amigo de esta, una pulsera naranja fosforito y allí les invitó a un chupito. Consiguieron acceder a este apartado porque «llevaba la pulsera e iba acompañada por este chico».

«Estando en la barra de arriba, este joven nos invitó a bastantes chupitos, unos cinco o seis de tequila de fresa», señaló la denunciante a los agentes de la UFAM.

En un momento de la conversación, este le preguntó si tenía Instagram, siguiéndose en ese mismo momento mutuamente. Tras ello, este, según la denuncia, empezó a tocarle por encima de la ropa y a cogerla del brazo para llevarla a algún lugar apartado, negándose ella. Estaba mareada del consumo de alcohol.

Pero siguió intentándolo. «logró que me apartara de mi amigo y me llevó a un cuarto cercano a la barra, que al abrir la puerta parecía un almacén, estaba lleno de sillas y mesas», explicó la joven, quien relató que una vez en el interior, el chico, sin mediar palabra, la aprisionó contra la pared, le bajó los pantalones y comenzó a tocarle sus partes íntimas por debajo de la ropa interior, llegando a introducirle un dedo. De ahí que el asunto se investigue por un delito de agresión sexual.

No acabó allí, ya que el joven se bajó los pantalones y le obligó a tocarle. Ella estaba muy mareada y ante tal estado, él dejó que se fuera. A la salida se lo contó, llorando, a sus amigos, quienes se lo dijeron a los porteros de discoteca, si bien «no entendieron muy bien su contestación».

El sospechoso fue arrestado por la UFAM tras aportar la víctima su perfil en Instagram. Los agentes le preguntaron si trabaja en el establecimiento, señalando ella que no era camarero, pero que allí todo el mundo le conocía. Ayer, S. G. C., de origen español, pasó a disposición del Juzgado de Instrucción número 11 de Zaragoza cuyo magistrado acordó la libertad provisional, si bien le prohibió acercarse a la chica a menos de 200 metros y a no poder comunicarse con ella.