En las puertas del Mercadona de la calle monasterio de Siresa, en el zaragozano barrio de las Fuentes, estuvo, ayer, a punto de ocurrir una tragedia. Un mendigo intentó agredir a otro con un hacha. Los reflejos de la víctima impidieron que le alcanzara, ya que usó un carro de compra de escudo. Ambos permanecen detenidos en la comisaría Actur de la Policía Nacional.

Los hechos tuvieron lugar a las 17.30 horas. Fue el vigilante de seguridad del supermercado el que llamó a la sala del 091 alertado, tras ver lo sucedido. Inmediatamente se trasladaron hasta allí varias patrullas de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que al llegar ya no estaban los dos transeúntes. Si les explicaron los testigos cómo eran y por dónde se habían ido. Eran tres, dos hombres y una mujer.

Los agentes realizaron una batida por la zona encontrándose a los indigentes, siendo detenidos inmediatamente a la altura del número 47 de la calle Doctor Iranzo. Ante la gravedad de los hechos, los agentes separaron a estas personas y procedieron a cachear al principal sospechoso, a R. M., rumano de 43 años, quien llevaba una mano dentro del bolsillo de la cazadora que no quería sacar. Al final, los agentes acabaron extrayendo ellos la extremidad, observando que llevaba un estilete de 15 centímetros. 

En ese momento se acercó el responsable de la seguridad del establecimiento comercial, quien manifestó que esta era la persona que había tratado de agredir con un hacha a un hombre que se encontraba en la puerta de Mercadona pidiendo limosna.

Al mismo tiempo, otros agentes dieron el alto a la víctima con la que se entrevistaron. «Me trató de matar con un hacha, conseguí que no lo hiciera gracias al carro de la compra», les dijo.

Este hombre también les señaló, según pudo saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, que R. M. había arrojado el hacha en el interior de un cubo de basura situado a la altura del número 13 de la calle Monasterio de Siresa. Y así fue, puesto que los agentes acudieron al mismo y se encontraron el hacha que tenía 40 centímetros de longitud.

Pero este, identificado como P. N., rumano de 42 años, también fue detenido por el Cuerpo Nacional de Policía. Había robado el teléfono móvil a su agresor, siendo este el motivo de la pelea que derivó en el intento de agresión con este arma blanca.

Los dos pasaron la noche detenidos a la espera de que hoy sean puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, que en funciones de guardia deberá de decidir qué hacer con estas dos personas. Si mandarlos a prisión provisional o dejarlos en libertad con algún tipo de medida de alejamiento para evitar que puedan repetirse hechos de estas características.