Los conductores que circulan en contradirección, casi siempre por el consumo de drogas o alcohol, son cada vez más habituales en la red viaria aragonesa. Así, el pasado 5 de febrero, una mujer de 40 años circuló tres kilómetros en sentido contrario por la autovía de Zaragoza a Huesca (A-23), entre los términos oscenses de Cuarte y Almudévar.

La conductora se desplazó peligrosamente en sentido Zaragoza por los carriles que se dirigen a Huesca hasta casi colisionar con un vehículo que iba correctamente y que debió virar bruscamente y salirse de la calzada para evitar un choque frontal, con un resultado de dos heridos leves.

Un fenómeno creciente

Si bien el suceso se produjo a principios de este mes no fue hasta el pasado miércoles que finalmente se pudo identificar y localizar a la causante del accidente por parte de la Guardia Civil. La conductora, residente en Huesca, ha sido formalmente acusada de un delito contra la seguridad vial.

Con este suceso, entre los meses de enero y febrero las carreteras de Aragón han registrado la detención de cinco conductores, tres de ellos en la A-2 y uno en la AP-2, además del último en la autovía A-23.

En todos los casos, que se elevan a seis desde noviembre de 2021, los supuestos kamikazes iban en contradirección poniendo en grave peligro su vida y la de los demás usuarios de la vía