El joven C. G. A. y el agente de la Policía Local J. C. R. B. se han acusado mutuamente de agresión este lunes en un juicio en la Audiencia de Zaragoza. Los hechos ocurrieron en el curso de una actuación de las fuerzas de seguridad tras la denuncia del hurto de un móvil en un bar del Casco en la madrugada del día de Año Nuevo de 2020.

El joven resultó con una lesión en la ceja izquierda que requirió cinco puntos de sutura cuando fue detenido junto con un compañero en relación con el hurto en la calle Contamina. El policía ha declarado que desconoce cómo se produjo esa herida y que, al contrario, fue él quien fue agredido al ser "acometido dos veces" por el coacusado en el curso de la intervención.

El agente se expone a un petición de pena del abogado del joven (Fiscalía no acusa) de tres años de cárcel por un supuesto delito de lesiones, así como a una indemnización de 2.900 euros por el periodo de curación, las secuelas y los daños morales.

El joven, representado por el letrado Camilo Pablo Deza Villasán, se enfrenta a un año de cárcel por atentado, tal y como solicitan la fiscal y el abogado de la defensa del agente, Enrique Esteban Pendás, quien incluye además una multa de 480 euros por un delito de maltrato hacia el policía.

"Me golpeó por detrás cuando protegía a mi compañero"

"No sé cuándo ni cómo ocurrió la lesión", ha declarado el agente, que ha señalado que "todo ocurrió muy rápido" y en medio del tumulto que había en la zona de bares con motivo de la Nochevieja.

"Primero me golpeó por detrás mientras daba protección a mi compañero y, una vez en el suelo, me volvió a acometer", ha añadido. El agente ha asegurado que él se protegió con una tonfa o defensa de policarbonato. "Costó reducirlo y ponerle los grilletes", ha afirmado.

El joven, por su parte, ha afirmado: "Me golpeó con una porra en la cara y caí al suelo desmayado". Y ha añadido que él no llevaba prendas rojas ni negras, como los autores del hurto del móvil, por lo que no entiende que fuera detenido por ese delito al que es ajeno. "Me quedé inconsciente durante unos diez segundos", ha dicho.

El forense que lo examinó tras el suceso ha informado de que se trató de "una lesión leve en principio" en una ceja, mientras que un perito de parte ha indicado que el joven "fue golpeado de forma directa con un objeto contundente" y tardó diez días en la curación de la herida. "Se descarta que fuera por golpearse contra el suelo", ha dictaminado.

"Le dieron un golpetazo en la cabeza y lo dejaron K. O."

Un agente que ha intervenido como testigo ha declarado que vio cómo uno de los jóvenes buscados por el hurto del móvil (tres en total) dio un golpe en la espalda a su compañero y cómo cayeron los dos al suelo.

Un amigo del joven ha negado que este golpeara al agente por la espalda. "A Carlos le dieron un golpetazo en la cabeza y lo dejaron K. O.", ha continuado.

El letrado Esteban Pendás ha insistido en que el policía acusado "no se excedió" con el coacusado y ha subrayado que se limitó a cumplir la función que tiene encomendada la Policía Local. Por su parte, Deza Villasán ha afirmado que el agente que se sienta en el banquillo "no presenta lesión alguna" tras los hechos objeto de la vista oral.