SUCESOS EN ARAGÓN

Una de las excusas del carpintero chapuzas a domicilio en Zaragoza: "Estoy 'inglesado' 'aver' que me dicen mañana"

Se estima que la cantidad estafada asciende a más de 40.000 euros entre una veintena de víctimas

El carpintero envió esta foto a sus víctimas para hacerles creer de que estaba ingresado en el hospital.

El carpintero envió esta foto a sus víctimas para hacerles creer de que estaba ingresado en el hospital. / EL PERIÓDICO

El boca a boca fue el mejor aliado de un carpintero que ha terminado por ganarse a pulso el apodo de chapuzas a domicilio tras estafar más de 40.000 euros a una veintena de vecinos de Zaragoza, de algunos de sus barrios rurales como San Juan de Mozarrifar y de localidades que circundan la capital aragonesa como La Muela.

Tanto es así que Miguel Ángel recurrió a sus servicios por la recomendación de un amigo al tratarse, según este último, de "un carpintero económico". Miguel Ángel le tomó la palabra y se lo recomendó también a su madre. La suma total de la estafa que han sufrido estas tres víctimas asciende a los 5.500 euros.

En algunas ocasiones dejaba las obras a medias, pero en otras no llegaba ni a mancharse las manos pues se servía de adelantos y creía desaparecer bloqueando a sus víctimas en WhatsApp. Esto fue lo que le sucedió a Miguel Ángel en su domicilio del barrio Oliver de la capital aragonesa, tras haber contactado para la reforma de su cocina con J. M. D. S., de origen español y con antecedentes por hechos similares en El Vendrell.

En su caso fueron 1.950 euros, devengados de un primer adelanto del 40% del importe total, otro 30% en los siguientes días y 250 euros en adelanto para la adquisición de materiales para el exterior. "Y no me ha montado ni una bisagra", lamenta este vecino zaragozano, que hizo estos pagos a través del servicio de Bizum, al igual que "el 99%" de los estafados. Unos pocos pagaron en metálico, como hizo su madre con un adelanto de 1.500 euros.

Las víctimas pagaban al estafador a través del servicio Bizum.

Las víctimas pagaban al estafador a través del servicio Bizum. / EL PERIÓDICO

El primer contacto de Miguel Ángel con este carpintero se remonta a septiembre de este año. A partir de ese momento, se sirvió de un aluvión de excusas rocambolescas como su ingreso en el hospital, el cual trataba de justificar hasta con el envío de una fotografía tumbado en una camilla y mensajes de WhatsApp como "estoy inglesado aver que me dicen mañana" o "el lunes voy yo que mañana me dan el alta".

Fue aplazando el inicio de las obras con la excusa de las Fiestas del Pilar y el cierre de proveedores de materiales: "E ido a cargar i está cerrado". Incluso para tratar de ganarse su confianza les comunicó a Miguel Ángel y su amigo que había contratado a otro carpintero para agilizar las obras. "Todo mentiras", cuenta Miguel Ángel.

El toma y daca de mensajes terminó con el bloqueo de WhatsApp, aunque no ha sido difícil localizarle debido al rastro telefónico a través de estos mensajes y de los pagos por Bizum.

A María José, en su domicilio de Santa Isabel, le faltan las puertas de los muebles de la cocina.

A María José, en su domicilio de Santa Isabel, le faltan las puertas de los muebles de la cocina. / EL PERIÓDICO

Otra estafa de 4.805 euros: "Ojalá no hubiera empezado nunca"

María José Mérida tenía pensado mudarse a un domicilio localizado en el barrio de Santa Isabel, pero antes de cambiar de residencia tenía que rehabilitarlo y adecuarlo para acomodarse allí. Fue el 25 de junio de este año cuando se puso en contacto con este chapuzas a domicilio tras leer referencias de él "en el grupo de Facebook del barrio".

Ya había contactado por esta misma red social con el pintor y para la mudanza por lo que en ningún momento pensó que sería víctima de una estafa que, en su caso, alcanza los 4.805 euros y repite el modus operandi del resto de víctimas: pagos a través del servicio Bizum por adelantos en el pago de las facturas. De hecho, le llegó a engañar con falsas ofertas en el precio de las ofertas para, supuestamente, ahorrarse ambos una considerable cantidad de dinero. "Te metía caña", admite María José.

Este estafador le llegó a hacer presupuesto una vez que le llevó a un almacén del polígono industrial Malpica para elegir los suelos y las puertas. Pero el material que finalmente utilizó no procedía de este proveedor, sino de otra superficie. "Era más barato y de peor calidad. ¿Tú sabes lo que ir con una tabla por todas tiendas de Zaragoza para saber dónde lo había comprado?", relata la damnificada, que también ha tenido problemas con las puertas de los muebles de la cocina y las molduras de las puertas de las habitaciones. También la falta un metro de la encimera de granito de la cocina. "Ojalá no hubiera empezado nunca", suspira.

Las escaleras de la vivienda de María José no fueron cubiertas y el marco de la puerta fue arrancado.

Las escaleras de la vivienda de María José no fueron cubiertas y el marco de la puerta fue arrancado. / EL PERIÓDICO

Ella fue consciente de que había sido engañada cuando el estafador se llevó "las pocas herramientas y los pocos materiales" que había en su domicilio y al día siguiente "se puso malo". "Un autónomo que se pega tres semanas de baja tiene que estar muy malo, pero a él se le escuchaba hablar muy bien por teléfono", reconoce María José, que también recibió la misma fotografía que Miguel Ángel en la que este chapuzas a domicilio aparecía en el hospital fingiendo estar ingresado. Incluso llegó a enviar un vídeo a otra víctima en el que aparecía entrando al servicio de urgencias de un centro de salud.

En ese momento, esta víctima decidió alertar del modus operandi de este estafador por el mismo grupo de Facebook del barrio. Escribió la publicación a las 21.00 horas y a las 23.00 horas ya había recibido seis mensajes con el mismo relato de otras seis víctimas.

No contento con dejar patas arriba la vivienda de María José, le amenazó con denunciarle por acoso por las continuas llamadas que recibía de su cliente al no saber nada de él. "Quedé con mi marido en que cada vez que lo nombráramos en casa le iba llamar. Estuve así un día entero. Y aún me contestó: ¿Es qué no te cansas o qué?", recuerda.

Ahora las víctimas han creado un grupo de WhatsApp que ya cuenta con 26 miembros, aunque María José cree que todavía pueden ser muchos más. De hecho, eran una veintena de miembros a primera hora de la mañana de este martes pero, a raíz de la difusión llevada a cabo por este diario, aparecieron otras seis víctimas.

"Somos poquísimos porque cuando avisé por Facebook, salieron seis víctimas en dos horas. Otros todavía estarán denunciando y a algunos les llegó a devolver el dinero. Nos somos conscientes de la magnitud de lo que ha hecho este tío", finaliza.