SUCESOS EN ARAGÓN

Condenado por aprovecharse de una menor vulnerable y obligarle a hacer sexo oral en una peña de Borja (Zaragoza)

Este joven de 29 años pasará cuatro años y seis meses entre rejas

El condenado, Andrés Antonio Ríos, antes de entrar a declarar en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Zaragoza.

El condenado, Andrés Antonio Ríos, antes de entrar a declarar en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Zaragoza. / JAIME GALINDO

Una joven borjana de 16 años decidió mezclar alcohol con Lorazepam para pasárselo «bien» y nunca imaginó que Andrés Antonio Ríos, de 29 años, se iba a aprovechar de esta circunstancia para obligarle a practicarle una felación en una peña de Borja sirviéndose así de su condición de vulnerabilidad. Ahora la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a este joven nicaragüense a cuatro años y seis meses de cárcel por un delito de abusos sexuales. La condena también incluye una orden de alejamiento de 100 metros durante los próximos seis años y una indemnización de 3.000 euros para la víctima en concepto de responsabilidad civil. Inicialmente, afrontaba nueve años de cárcel a petición de la Fiscalía y de la acusación particular.

Según el tribunal provincial, presidido por la magistrada Nicolasa García, ha quedado probado que la víctima «en ningún momento prestó su consentimiento a las relaciones sexuales», ya que ella misma «se sintió sin capacidad de reacción ante lo inesperado, adoptando una actitud de sometimiento y pasividad, llegando a hacer lo que el acusado le decía que hiciera». «Conoció y aprovechó la situación de la denunciante en la peña para realizar con ella, de forma súbita, actos de naturaleza sexual con ánimo libidinoso», zanjan los magistrados, tildando la declaración de la menor de «verosímil» y «creíble».

Además, la joven envió un audio de WhatsApp a sus amigas el día siguiente de los hechos, expresándose en la misma línea que ha hecho a lo largo de toda la instrucción de la causa y de la vista oral. "Es que yo no sé lo que estaba haciendo, es como si ellos se hubieran aprovechado de mí. Me siento fatal porque también es mi culpa, yo no tenía que haber tomado nada. No sabía lo que hacer y tenía miedo».

Su versión, añaden, se ve corroborada por la prueba pericial forense practicada durante el plenario celebrado el pasado 28 de abril. De acuerdo a los informes médicos, la víctima presentaba escoriaciones en las rodillas y los peritos llegaron a declarar que «con su relato de hechos valoras menos el peligro y el riesgo; la oscuridad afecta porque el miedo y la ansiedad es mayor con el desconocimiento». "No prestó su consentimiento a la penetración bucal que realizó el acusado; encontrándose en una situación no buscada y ante la que no supo reaccionar por lo inesperada y por las condiciones físico-mentales en las que se hallaba", finalizan los jueces.

En relación a esta misma causa, un segundo joven, en este caso de 17 años, ya había sido condenado por el Juzgado número 2 de Menores a internamiento en régimen semiabierto durante tres años, ya que tras el anterior episodio protagonizado por Andrés Antonio Ríos había obligado a la víctima a mantener relaciones sexuales con él.