AL BORDE DEL DESASTRE

Reacciones al accidente del F18 en Zaragoza: "Un poco más y sale al polígono de Plaza"

Desde el Aeropuerto vieron la columna de humo, pero tampoco escucharon nada raro

Operarios trabajan en la retirada de los escombros del accidente.

Operarios trabajan en la retirada de los escombros del accidente. / JAIME GALINDO

Los aledaños de la base aérea de Zaragoza reunieron ayer a testigos, curiosos y otros tantos que, muchos minutos después del accidente de un Caza F-18 en el aeródromo de Garrapinillos, todavía eran ajenos a esta caída. No fue el caso de Jacinto, un taxista que había aparcado su vehículo en el aeropuerto de Zaragoza y que esperaba a los viajeros de un vuelo que aterrizaba a las 12.00 horas procedente de Tenerife. «Esos, los del vuelo de Tenerife, han sido los que más se han tenido que enterar porque han venido justo a las doce», vaticinaba Jacinto a las puertas del aeropuerto, recordando haber visto «una columna de humo negro muy grande poco antes de las 12.00 horas».

Este taxista contó que el accidente se había producido a las afueras de la base –«un poco más y sale fuera al polígono ahí de Plaza»– y, en un primer momento, había pensado que se trataba de «un simulacro de estos que hacen de vez en cuando» como, por ejemplo, algunos ejercicios en los que «pegan fuego autobuses». «Tampoco se ha oído mucha explosión porque estaban de maniobras y ya se escuchaba de por sí mucho ruido de los aviones. Ni siquiera pensábamos que se había estrellado, la gente prácticamente no se ha enterado hasta que ya hemos visto esa columna de humo», detalló Jacinto, reconociendo que el F-18 se había estrellado en la mejor zona posible: «Si llega a caer en estos depósitos de combustible que se ven ahí, que los pusieron hará ahora un año, eso hubiera sido… para qué».

Con él conversaba otro vecino de Zaragoza que se había desplazado al aeropuerto desde Valdespartera y, a su paso por la zona del incidente, «ya estaba todo apagado». «Había un montón de Guardia Civil y de Policía Nacional ahí en la rotonda, pero, humo, nada de nada. Al llegar aquí me han dicho que era un caza y, si dicen que el chaval se ha salvado, de maravilla», apostilló. Otra pareja aseguraba que había oído «un ruido raro y muy distinto a cómo suenan los cazas». «Ha sido un sonido muy extraño, ha empezado a hacer maniobras raras y he visto saltar al piloto», concretó uno de ellos.

Dentro del aeropuerto, un trabajador de un puesto de alimentación admitía que «no» había escuchado nada «desde dentro». «Lo único es que ha subido gente hacia arriba a mirar por la cristalera», señalaba. Mientras, uno de los trabajadores del aeropuerto que pagaba un refresco, sí que había visto «cómo al motor le salía fuego». «Esto ha sido aquí encima y luego ya he visto el fogonazo y el humo», precisó este empleado, que había abandonado la terminal para «ver la exhibición».

En la planta de arriba de la terminal, un matrimonio esperaba a ver despegar a sus familiares y, a eso de las 13.50 horas, todavía no se habían enterado de nada. «¡Por eso hemos escuchado a los bomberos! Estábamos aparcando, pero no sabíamos de qué era y con razón les hemos visto. Anda que si lo llegan a ver estas, no llegan ni a embarcar con lo asustadas que iban», suspiraron.

En su misma situación se encontraba una pareja que se había acercado al aeropuerto a recibir a unos familiares llegados desde Marrakech. «Ahora nos enteramos, no sabemos nada», dijeron. Ya en la valla más próxima al punto exacto donde se había estrellado el caza, un joven indicaba que la explosión del avión «tampoco ha sido muy fuerte». Poco a poco fueron llegando hasta allí los más curiosos como un grupo de cinco jóvenes que no levantaba la vista de la zona donde se esparcían los negros restos del F-18. Otra pareja ya había sacado sus móviles para fotografiar la escena de la casi tragedia.