ROBO EN EMPRESAS

Cae una banda especializada en robar material informático en los polígonos de la provincia de Zaragoza

Los aparatos sustraídos por esta red criminal asciende a casi 150.000 euros. De los 8 integrantes del grupo se han detenido a 2 personas e investigado a otras 2, estando el resto en paradero desconocido tras huir del país

Modus operandi de la banda especializada en robar material informático en polígonos de Zaragoza

GUARDIA CIVIL

El Periódico de Aragón

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La Guardia Civil ha detenido a dos personas e investiga a otras dos como presuntos de 18 robos de material informático cometidos entre mayo de 2022 y febrero de 2023 en el interior de empresas ubicadas en la provincia de Zaragoza y valorados en 150.000 euros.

Estas cuatro personas formaban parte de un grupo criminal muy activo y asentado en Barcelona, que se da por desactivado, junto a otras cuatro que han huido del país y se encuentran en paradero desconocido tras conocer que tenían requitirorias pendientes por hechos delictivos anteriores.

La operación, denominada "Potor", según informa la Guardia Civil, ha sido desarrollada por el Equipo de Policía Judicial y Equipo Roca de la Guardia Civil de Casetas (Zaragoza) y comenzó en mayo de 2022 tras la comisión de dos hurtos de material informático en dos empresas del polígono Malpica realizados con el mismo modus operandi y por las mismas personas.

Posteriormente se llevaron a cabo hechos de idénticas características en otras localidades de la provincia y la información recabada en cada uno de ellos determinó que se trataba de los mismos autores que efectuaron los hurtos que motivaron la investigación. En total se han llevado a cabo los robos en los términos municipales Zaragoza y el barrio de Garrapinillos, La Puebla, El Burgo, La Muela, La Almunia de Doña Godina, Épila y La Cartuja.

Rostro cubierto con mascarillas

Estas personas, asentadas en otra provincia, perpetraban los ilícitos de manera coordinada y con distribución de funciones dentro de la red de forma que dos de ellas accedían a las empresas con el rostro cubierto con mascarillas y prendas de cabeza, siempre en horario de tarde cuando la instalación permanecía abierta y los trabajadores desempeñaban sus funciones rutinarias.

Lo hacían de una forma natural como si fuesen propios empleados y se dirigían directamente a las dependencias destinadas a labores administrativas, lo que indica un estudio previo de su objetivo y vías de escape, y una vez allí sustraían material informático que introducían en mochilas y salían rápidamente de la empresa sin despertar sospechas.

En los exteriores otros miembros del grupo vigilaban y estaban también en el interior de un vehículo, ubicado en lugares estratégicos para que no pudieran ser captados por cámaras de vigilancia, en los que entraban los autores materiales del robo para huir. La red, según las fuentes, utilizaba hasta cuatro turismos diferentes.

Reparto de funciones

La Guardia Civil pudo identificar a estas personas, con residencia actual en Cataluña, y que algunas de ellas tenían antecedentes policiales por ilícitos contra el patrimonio, algunos de ellos cometidos con violencia, y con requisitorias pendientes para su localización y detención.

El reparto de funciones dentro del grupo permitía dar cobertura a la actividad delictiva, ya que unos eran encargados de realizar los trámites necesarios para la adquisición de vehículos alquilados y los documentos necesarios para la contratación de seguros de vehículos que fueran propiedad de personas cercanas a los presuntos autores, consiguiendo de esta forma que no apareciera la identidad de los sospechosos en ninguna documentación relativa a los turismos con los que se cometían los hechos.

También se localizaron casi una decena de líneas telefónicas con las que los integrantes se comunicaban y coordinaban sus actuaciones, líneas que eran contratadas incluso suplantando la identidad de otras personas.

Detenidos en Barcelona

Con todos estos datos, la Guardia Civil se trasladó el 17 y 18 de mayo a la provincia de Barcelona, donde fueron detenidas dos personas e investigadas otras dos, como presuntos autores de 18 delitos contra el patrimonio y pertenencia a organización criminal. Las otras 4, al ser conocedores de requisitorias pendientes contra ellos para su localización y detención, salieron rápidamente de España, por lo que la investigación continúa abierta para su localización y el destino final del material sustraído.

El material sustraído, ordenadores, tabletas, dispositivos móviles y otros efectos informáticos, asciende a casi 150.000 euros y era entregado a otras personas de manera muy rápida tras cometer los robos, recibiendo por cada ordenador 500 euros. El dinero que obtenían se lo repartían entre los ocho.