El joven apuñalado en El Gancho ya ha recibido el alta médica en el Servet

El joven marroquí de 18 años que fue apuñalado el pasado miércoles en la calle Cerezo del barrio de El Gancho ya ha recibido el alta médica tras haber permanecido ingresado durante seis días en el Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza. Allí recibió la primera asistencia médica por parte del servicio de urgencias al llegar con pronóstico «muy grave» como consecuencia de la cuchillada recibida en el tórax, muy próxima al corazón.

Tanto es así que el primer parte médico después de esta primera intervención quirúrgica de urgencia que finalizó a las 14.00 horas constataba un pronóstico clínico «muy grave» por una herida incisa en el tórax, una herida penetrante y un taponamiento cardiaco. De hecho, la cuchillada le perforó el pulmón y quedó muy cerca del corazón. El estado de salud de Oussama A. mejoró progresivamente con el paso de las horas, el viernes ya abandonó la unidad de cuidados intensivos (uci) y se encontraba en planta y, finalmente, el lunes fue dado de alta por los profesionales sanitarios del Miguel Servet.

La víctima, defendida por el letrado Francisco Javier Antoranz, será citada a declarar próximamente ante el Juzgado de Instrucción número 9 de Zaragoza para ofrecer al juez su versión de los hechos. Ya suma varias detenciones en su currículum delictivo y, apenas una semana antes de sufrir la citada agresión, fue detenido por una dotación de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón al verse involucrado en una pelea entre argelino y marroquís.

El fugitivo del Gancho permaneció primero escondido en Zaragoza hasta que huyó en coche con dos conocidos

Precisamente, ese pronóstico «muy grave» con el que ingresó en el hospital fue considerado por el magistrado del Juzgado de Instrucción número 9 de Zaragoza para imputar al agresor, Riad Roumani, un delito de homicidio en grado de tentativa. Este joven argelino de 26 años, que se encuentra en situación irregular en España y suma más de una veintena de antecedentes, fue enviado a prisión este sábado por el juez de guardia.

Solo quiso contestar a las preguntas de sus abogados –Carmen Sánchez Herrero y Luis Ángel Marcén– alegando en su favor que es drogadicto de modo que, cuando perpetró la vil agresión, se encontraba bajo los efectos de las drogas.