La asociación naturalista aragonesa Ansar llevaba tiempo anunciando que el riesgo de muerte de los pollos de cigüeña era «muy alto» si se eliminaban en estos momentos los nidos del convento de Santo Domingo de Caspe para acometer las obras que eviten que el edificio se derrumbe. Y ya se ha producido la primera baja. El viernes murió uno de los ejemplares por culpa de las obras que se están acometiendo «en la peor época del año de reproducción» de esta especie.

La iglesia necesita ser restaurada (izquierda). A la derecha, el pollo de cigüeña muerto tras tirarse del nido. | ANSAR

Eso, aseguran desde la asociación, pese a que todavía no se ha trabajado en la retirada de los nidos. Parece ser, afirman desde Ansar, que el animal se tiró del nido a consecuencia de levantar el andamio en la misma torre. Este comportamiento es normal en esta especie, cuyos ejemplares, cuando está en un estado de desarrollo importante y al sentirse amenazados, se tiran del nido pudiendo morir, explican.

Muere un pollo de cigüeña en las obras del convento de Caspe

El colectivo naturalista recuerda la ley, en la que se afirma que «no se puede molestar a las especies en la época de reproducción», y ahora es la peor época, pero aun con todo se está llevando a cabo, se quejan.

Insisten en retrasar la actuación en el convento hasta que los pollos vuelen. «Si se derrumba no será por la espera de mes y medio, sino por los años y años de abandono de nuestro patrimonio», reconocen desde Ansar, que señalan que los técnicos del Gobierno de Aragón «también consideran que no se debería de hacer en esta época», según aparece en su página web. Por eso, creen que se debería haber esperado unos días, haber acotado la zona para evitar riesgos y esperar a que los pollos hubieran volado.

Desde el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) les han dicho que la fecha para poder actuar era a partir del 1 de agosto, pero parece que las obras se «han adelantado» y eso provocará «se sigan tirando pollos».

Edificio abandonado

Ansar ha tenido durante dos décadas convenios con el Gobierno de Aragón para descargar nidos de cigüeñas, eliminando los peligrosos o asegurándolos para evitar su caída. Además, ha realizado estudios para el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental de anillamiento de la especie para conocer su dispersión animal. Por su conocimiento de los problemas que pueden ocasionar, saben también que en ciertos momentos no se pueden realizar labores cerca de los nidos porque el riesgo de muerte de los pollos es muy alto.

«El convento de Santo Domingo lleva muchos años abandonado, lleva muchos años de dejadez por parte de sus gestores, y sus gestores llevan muchos años pudiendo hacer lo que ahora debe de esperar un poco», aseguran. Y se preguntan, ¿por qué no se hizo antes? La asociación reconoce que el equipo técnico puede colapsar, pero «también en enero, y no hay problema por esperar un poco más para hacer esta actuación de consolidación».

Los naturalistas cuentan que no se sabe cómo los técnicos pueden acercarse hasta los nidos; y los pollos «cuando son grandes y no les falta mucho para volar», se sienten amenazados y «se tiran del nido, no tienen miedo, pero no vuelan ni controlan muy bien la dirección del vuelo»; por lo que vaticinan, puede «ser una verdadera sangría».