Calatorao inicia la restauración de la fachada norte del castillo

El Ayuntamiento de Calatorao ha iniciado la restauración de la fachada norte de su castillo después de que una parte importante de la misma se desprendiera y dejara al descubierto el franco deterioro que presentaba. Esta fachada había quedado sin restaurar en proyectos anteriores, que tuvieron como objetivo la consolidación de los tejados, el acondicionamiento de espacios interiores con el derribo de construcciones que no guardaban relación con el estilo del edificio y distribución de superficies para colocación de ascensores.

En esas rehabilitaciones también se restauraron las otras tres fachadas.Las obras del castillo, que es un Bien de Interés Cultural (BIC), fueron adjudicadas a la empresa Piedra Casbi SL por un importe de 135.092 euros, a los que hay que añadir 10.500 euros del proyecto. Para la ejecución de las mismas el Ayuntamiento de Calatorao cuenta con una subvención de 60.000 euros concedidos por la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) dentro del plan de ayudas para la restauración de bienes inmuebles histórico-artísticos durante los años 2023 y 2024. La partida restante hasta completar el presupuesto saldrá de los fondos propios del consistorio.

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Para el alcalde de Calatorao, David Felipe, la actuación era «imprescindible porque existía riesgo de daños graves y nos vimos obligados a actuar», cuenta. «Una vez finalizada esta fase, seguiremos atentos a las convocatorias de subvención que realicen las distintas administraciones para actuar el patio interior. El castillo da nombre a nuestro pueblo y con el esfuerzo de todos conseguiremos que sea nuestra referencia social y cultural», apunta Felipe.

El castillo de Calatorao tiene una larga historia. Sin estar claramente definido su origen, los acontecimientos históricos lo sitúan entre los siglos IX y XI con presencia árabe en la localidad. Desde el siglo XIII y hasta las desamortizaciones del siglo XIX perteneció al Cabildo Metropolitano de Santa María la Mayor (El Pilar de Zaragoza).

Después de pasar por varios propietarios privados, terminó en manos de Ibercaja, que en 1990 constituyó un consorcio con el Ayuntamiento de Calatorao para un periodo de 25 años. Posteriormente, el 2 de abril de 1998 el castillo pasó a ser definitivamente de titularidad municipal.