El sacerdote, humanista y escritor Miquel Batllori Munné murió a las 16.45 horas de ayer a los 93 años de edad en una residencia Sant Cugat del Vallés, según informó anoche la Compañía de Jesús. Batllori, autor de más de un millar de trabajos, es uno de los hitos de la cultura universal y el máximo conocedor de la historia de la antigua Corona de Aragón.

Su curiosidad y la amplitud de sus conocimientos eran inabarcables: la Edad Media, Ramon Llull y su influencia en el pensamiento europeo, la incidencia de Trento, la cultura jesuítica en el siglo XVII, la independencia de las colonias españolas de América, la segunda República, el humanismo renacentista, la historia de la Iglesia, la poesía barroca, los Borgia. Ninguna parcela del saber le era ajena.

Su obra tomó pronto proyección internacional, y destacó por sus estudios sobre Gracián, los jesuitas de América, la independencia de América Latina y las relaciones entre la Iglesia y el Estado.

Jesuita, historiador, humanista, escritor, académico numerario de la Real Academia de la Historia y profesor numerario de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y de todas las academias nacionales de Hispanoamérica, Batllori reunió las más altas distinciones que ningún otro historiador español ha alcanzado como el premio el Nacional de Historia de España (1988), el Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales (1995) y el Nacional de las Letras (2001). Fue también miembro de la Real Academia de la Historia, de la Academia Pontaniana de Nápoles y de todas las academias nacionales de Hispanoamérica, entre otras.

HOMENAJE

En mayo del año pasado fue investigo doctor honoris causa por 11 universidades españolas, en un acto que se convirtió en un gran homenaje de reconocimiento al jesuita barcelonés por parte del mundo universitario, civil y eclesial. Aquel día, el historiador y filólogo Martí de Riquer, en calidad de padrino del homenajeado, destacó que "ningún otro erudito ha alcanzado en vida esta gran aceptación por parte de una sociedad que le admira y le sigue, hecho sorprendente si tenemos en cuenta que el Padre Batllori siempre ha tratado temas de especialista y nunca ha escrito en la prensa".

Miquel Batllori afrontó el acontecimiento con una de las características que más destacaba de su personalidad: el humor. "Pocas veces --dijo-- tantas universidades se unen en presencia de obispos y cardenales para celebrar un funeral como éste, de corpore vivente".

Miquel Batllori y su hermana gemela, Merc¨, nacieron en Barcelona el 1 de octubre de 1909. Dado que su madre, Paula Munné, era cubana, su primera lengua fue el castellano. Su opción catalanista se produjo a los 20 años, cuando ingresó en la universidad. Allí se formó además en el ideario católico y liberal, algo poco común en una sociedad radicalizada en lo religioso, entre el anticlericalismo y el integrismo; en lo político, entre derechas e izquierdas.

En 1928, cuando se licenció en Historia y Derecho en la Universidad de Barcelona, ingresó también en la Compañía de Jesús. La disolución de esta orden decretada por la República en 1931 le llevó al exilio en la Italia fascista. En 1936 obtuvo la licenciatura de Filosofía y entre ese año y 1939 cursó estudios de Teología en en San Remo.

Su vocación sacerdotal no cristalizó hasta su regreso a España en 1939, y su primera misa la ofició el 31 de julio de 1940. En 1947 regresó a Italia, instalándose en Roma, donde residió durante los siguientes 40 años. Fue en ese periodo cuando su obra alcanzó proyección internacional. Entre 1955 y 1980 fue profesor de Historia Moderna en la Universidad Gregoriana de Roma y dirigió el Instituto Histórico de la Compañía de Jesús en la capital italiana. Su obra completa, aún no completada, constará de 19 volúmenes de entre 300 y 600 páginas cada uno.

La capilla ardiente se instalará hoy en el Centro Borja de Sant Cugat y estará abierta entre las 9.30 y las 21.30 horas. Los restos serán enterrados mañana en el cementerio, después de un funeral, a las 11.30 horas en la iglesia de Sant Pere de la localidad catalana.