CICLO Jazz Zaragoza

ARTISTA: Cruce de Caminos

LUGAR: sala Multiusos

FECHA: viernes, 7

ASISTENCIA: 500 personas

Se enredaron como los rabos de las cerezas: de manera natural y con un grado notable de sensualidad. Se enredaron lo jondo y la negritud, el hambre con las ganas de comer, el ying y el yang. Y así, en esa coyunda de sinuoso brío, disfrutamos de una velada brillante y altamente emocional. De manera, que bien por los impulsores de esa conexión sin fisuras, de ese encuentro sin aristas, de ese enlace vibrante: Cruce de caminos.

Un guitarrista flamenco excepcional (Gerardo Núñez) y un saxofonista de jazz arrollador (Perico Sambeat) son los animadores de Cruce de Caminos, que anoche contaron con el piano de carácter latino de Mariano Díaz, el baile racial y orgiástico de Carmen Cortés, la voz larga y gitana del cantaor Rafael de Utrera, el contrabajo preciso de Pablo Martín, y la percusión de enorme pulso de Angel Sánchez Cepillo .

Cruce de Caminos. Intersección de vitalidades flamencas y negras, cuyos ecos van más allá de lo jondo y del jazz, creando atmósferas abiertas y envolventes, bucles de energía arrebatadora, paisajes de luminosidad incandescente.

Gerardo Núñez no toca la guitarra: la exprime, hurgándole el corazón. Y no hablamos sólo de técnica, que mucha y sabia tiene, sino también de nervio, de impulso, de arranque mantenido. Perico Sambeat, por su parte, sopla como un huracán, y en su soplo engancha lo que conocemos como jazz y lo que denominamos de otra forma: desde el makossa más elegante de Manu Dibango al afrobeat más encendido de Fela Kuti. Negritud plena, encajada con esmero en el compás flamenco; flamenco de puertas abiertas, enhebrado con alma en el alma de la negritud.

Núñez y Sambeat, y los demás, claro, en gozoso Cruce de Caminos. Música, cante y baile dando al unísono una lección magistral de comunicación. Esa en la que los códigos particulares se diluyen en beneficio de un sistema común de signos de alta resolución.