Planeta edita la obra póstuma de Moix

Desde que Terenci Moix muriera el pasado abril, su mitología parece haber ido en ascenso. Su obra póstuma Mis inmortales del cine. Años 60 (Editorial Planeta), en la que trabajó hasta su último día, deja para la posteridad una de las grandes pasiones del escritor catalán, que cierra la tetralogía dedicada al séptimo arte tras los tomos de los años 30, 40 y 50.

"Antes de morir tenía tres proyectos, pero de lo que no dudaba era en concluir los inmortales del cine", declaró Carlos Reves (Planeta) en la rueda de prensa de ayer en Madrid. El espacio dedicado Ursula Andress o Barbra Streisand, donde no se recogen comentarios de Moix pero si se ven fotos, demuestran el carácter inacabado de la obra. Pero según Reves "tampoco echamos de menos los brazos de la Venus de Milo". En todo caso, la hermana de Moix, Ana María, aclaró que "ha quedado como el hubiera querido".

TERENCI A LA SUBASTA

La obra póstuma de Moix destaca no sólo por el cuidado con el que el escritor trabajó el texto sino también por los cientos de fotos que ilustran el libro. Los encargados de presentar el acto destacaron la faceta infatigable del escritor, que antes de morir tenía instalado en el hospital un ordenador, un vídeo y un DVD.

"Si Terenci era un mitómano era porque el imaginario podía ser más satisfactorio que la realidad", explicó Reves.

"Este es el libro final del cine fundamental", dijo a modo de resumen Gubern. Un reflejo de lo que fue Moix y de lo que significó esta obra en la circunstancia en la que se encontraba salieron ayer de boca de Ana María, su hermana, que con voz triste dijo: "Trabajó en él más horas de lo que a los médicos les hubiera gustado y de lo que creían posible. El cine es lo que tanto le ayudó a vivir y a morir".