Los aires difíciles es la mejor de las películas dirigidas por el productor y realizador Gerardo Herrero, que en la anterior edición del Festival de Málaga obtuvo el premio al mejor director por Heroína . Ahora vuelve a competir con esta cinta inspirada en la novela homónima de Almudena Grandes. Es una compleja y atractiva trama de secretos familiares y de segundas oportunidades rodada en la zona costera de Cádiz, en la que los acentos y el sonido del viento tienen también su protagonismo.

Con un montaje que puede despistar al espectador ocioso, Herrero ha construido un guión sólido --de la mano de su habitual colaboradora Angeles González Sinde-- que viene servido por un plantel de buenos intérpretes del que sobresale la actuación de Cuca Escribano.

"Lo más difícil de este proyecto ha sido condensar la novela, que trasladada íntegramente al cine habría consistido en un filme de cinco horas", dijo ayer Herrero. El director decidió cercenar el personaje de Sara (Carmen Elías) para el que reserva una segunda parte de la película.

"Me gusta mucho conservar el sonido natural, por ejemplo el del viento que sopla en esta zona, y los acentos. El niño, que habita en el pueblo del rodaje, tiene el acento gaditano y ha hecho un excelente trabajo. El mérito no es mío sino suyo", agregó el realizador.

La otra película en competición fue la coproducción hispano-argentina Lifting de corazón , realizada por Eliseo Subiela y protagonizada por un Pep Munné con acento andaluz, ya que interpreta a un cirujano plástico sevillano.

La película tienen momentos sublimes y otros que rozan el tópico. Munné está acompañado de María Barranco y la actriz argentina Moro Anghileri, que da la talla exacta de este personaje intrigante y seductor que ha escrito Subiela.

"Esta historia surge del paso del tiempo y del momento en que cumplí 50 años. Ha sido una hazaña que un actor catalán como Pep Munné haya captado y trasladado la picardía de un andaluz, por otro lado muy cercana a la de los porteños", indicó ayer Subiela.