El Ayuntamiento de Zaragoza decidió ayer proceder a la clausura de la sala Oasis. Las razones, según fuentes municipales, han sido una serie de deficiencias en los sistemas de evacuación de emergencias y sistema eléctrico que se detectaron en diversas inspecciones técnicas realizadas por la Policía Municipal. El cierre fue comunicado horas antes de la celebración en la sala de una fiesta dedicada al aniversario del pub Páramo en la que se había programado un concierto que quedó suspendido.

Según el departamento de Urbanismo, el acta de denuncia se levantó hace un año y desde entonces, el consistorio ha realizado varios requerimientos instando a subsanar la situación. El Ayuntamiento asegura que se ha hecho caso omiso a estas instancias y por ello se ha procedido al cierre, algo que se niega desde la sala ya que "hace tan solo dos semanas, una nueva inspección emitió un acta favorable sobre el estado de las salidas de emergencias y los sistemas contraincendios", aseguran los propietarios.

Los servicios jurídicos de la sala Oasis, al conocer la orden de clausura, solicitaron vía judicial el levantamiento cautelar de la ejecución del cierre, pero no se le ha concedido. No obstante, el juez ha puesto fecha (29 de diciembre) para la entrega de las alegaciones pertinentes.

El problema de fondo en el expediente de Oasis Club Teatro es que no dispone de la licencia definitiva de apertura, cuestión sorprendente si se tiene en cuenta que se trata de un negocio que cumple precisamente en el 2009 cien años de vida. Los actuales propietarios compraron el cabaret en el año 1996 y pudieron iniciar la actividad de discoteca y sala de conciertos gracias a una licencia de adecuación. En el año 2002, iniciaron los trámites de necesarios para obtener la licencia definitiva, llevándose a cabo las obras requeridas en las distintas adecuaciones y rectificaciones exigidas una a una. El expediente acumulaba numerosos anexos, por lo que en este 2008 se funden los anexos en un nuevo proyecto único.

UN MILLÓN DE EUROS

A lo largo de estos años, el edificio de Oasis ha sufrido numerosas remodelaciones y mejoras con el objetivo de adecuarlo a la normativa actual. Pero no resulta una tarea fácil adaptar un edificio de más de cien años a las exigencias de negocio de copas del siglo XXI. La inversión estimada en las diferentes actuaciones y obras requeridas hasta la fecha supera el millón euros. Entre otras reformas, se ha reforzado la estructura del edificio, arreglado el tejado, dotado de material ignífugo todos las instalaciones y adaptado los baños y servicios. Además, se da la circunstancia de que el edificio de Oasis está catalogado como de interés arquitectónico. De hecho, la ficha de la catalogación indica que es "una casa antigua, remodelada en su fachada y totalmente reformada en su interior para su uso como local de espectáculos."

Los responsables de Oasis lamentan que el cierre se haya producido "en el peor momento, cuando hay programada una importante oferta de conciertos, el cotillón de Nochevieja y el inicio de la celebración del centenario de la sala. Pero si este cierre sirve para que consigamos la regulación de la licencia, incluso lo daremos por bienvenido."