Carmen París y Nabyla Maan han presentado con éxito en la 18ª Fira Mediterrània de Manresa el espectáculo Dos medinas blancas, el proyecto impulsado por los festivales Pirineos Sur, de Huesca, y Boulevard, de Casablanca. Tras su presentación en ambas convocatorias, en julio y en septiembre, además de en el Instituto Cervantes de Casablanca y en las recién terminadas fiestas del Pilar (en un concierto con el que este diario celebró su 25° aniversario), Dos medinas blancas llegó a Manresa con un rodaje notable, detalle que, sumado a la calidad de la propuesta y al hecho de presentarse en una sala (El sielu) y no al aire libre (con lo que eso supone de cercanía con el público), contribuyó a la excelente acogida que le dispensaron tanto el público como los programadores.

Así las cosas, justo es anotar que el espectáculo de las cantantes zaragozana y marroquí fue uno de los más destacados de una Fira (se celebró del jueves 15 al domingo 18) que se supera en cada nueva edición, y que ofrece un gran número de ofertas enclavadas bajo los epígrafes cultura popular y músicas del mundo; una muestra multidisciplinar que busca tanto en lo local como en lo global, y que, en tiempos de conflictos identitarios no rehúye la ironía. Así, el filólogo y escritor Màrius Serra ejerció de pregonero inaugural de la Fira con un desternillante texto en el que demostraba que todas las lenguas del mundo proceden del catalán.

Vibrante Cheikh L“

El concierto del senegalés Cheikh L“, presentando Balbalou, encabeza el listado de los conciertos destacados de la Fira en el que incluía Dos medinas blancas. L“, con viejas y nuevas canciones, mostró que es un artista en plena forma, capaz de revalidar las grandes apuestas de años más brillantes de la moderna música africana. Africanía, jazz, soul y funk desplegó con garbo la israelí Ester Rada, en una actuación bien armada, como lo fueron la de la argentina La Yegros, con su bailonga mixtura de chamamé y electro cumbia, y la del grupo italiano BandAdriática y su revulsiva fanfarria de músicas balcánicas y Tarantela. Irregular resultó la presentación del guitarrista Tomatito con miembros de su familia, y poco estimulante (por cómo está concebido y por la mayoría de las interpretaciones vocales) se mostró el homenaje a Ovidi Montllor, con Jordi Fábregas, Celdoni Fonoll, Miquel Gil, Pep Gimeno Botifarra y Toni Torregrosa.

Y completando el capítulo de espectáculos singulares, anotemos el concierto de las cantante e instrumentistas ucranianas DakhaBrakha; el de la palestina Kamylia Jubran; el del valenciano Carles Dènia; el del folclorista Germán Díaz, basado en los latidos del corazón, y el delirante montaje Siete lunas, del cantaor Niño de Elche y la bailarina María Muñoz.