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Acción sin abstracción El corredor del... Wes Ball HH

Acción sin abstracción El corredor del... Wes Ball HH

Esta es una película en la que los héroes de la historia lo son porque dan prioridad a las vidas de un par de docenas de personas que a la supervivencia de la humanidad en su conjunto. Ninguno de ellos llega a reflexionar sobre las implicaciones morales de su misión: están demasiado ocupados corriendo de una secuencia de acción a la siguiente. El corredor del laberinto: La cura mortal incluye escenas de persecuciones, explosiones, tiroteos, demoliciones y combates cuerpo a cuerpo, y todas están diestramente rodadas y editadas. Lo que sucede durante los 15 o 20 minutos que transcurren entre cada una de ellas y la siguiente, eso sí, son subtramas olvidables y diálogos llenos de lugares comunes pronunciados de forma robótica.

Para los que hayan visto las dos películas previas de la saga, y que recuerden de ellas más que un laberinto y gente corriendo, La cura mortal aporta algún incentivo: recupera personajes inesperados, ofrece redención a ciertos villanos y termina con un emocional epílogo que recuerda a los camaradas caídos -sabemos que es emocional porque, desde la banda sonora, agresivos violines nos lo hacen saber-. Hasta entonces, en ningún momento justifica sus 142 minutos de duración, y la cantidad de finales que acumula puede resultar irritante aunque, al menos, cada uno podrá escoger el que más le guste. A pesar del exceso de metraje, la película recuerda el pasado. Los espectadores recién llegados a la saga necesitarán mucha imaginación para poder atar cabos; por otra parte, no habrá muchos de ellos entre el público N. S.

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