-Empecemos por el inicio. Ha decidido romper con su discográfica para este disco, ¿por qué?

La razón fundamental son las ganas de eliminar despachos, de cargarse de un plumazo los intermediarios y acortar las distancias entre mi música y la gente que la quiere escuchar. Esto fue una decisión de última hora, en principio el disco lo iba a hacer con Warner y a falta de una semana de entrar en el estudio a grabar, que ya estaba todo programado, me di cuenta de que no me cuadraban según qué cosas y me dije que eso lo tenía que hacer por mi cuenta, no con Warner.

-Y se lanzó al crowdfunding...

Lo hablé con ellos, les pareció bien y me lancé a esta aventura del crowdfunding sin saber muy bien lo que iba a pasar porque es una cosa que siempre se me había pasado por la cabeza. Es una idea muy romántica en el fondo y sin embargo me daba mucho miedo porque lo que te devuelve el crowdfunding es la realidad ni más ni menos y a veces puede ser que esa realidad no sea la que tú te esperas. Fue una de esas cosas que haces por impulso, de tomar una decisión por una sensación más que por un pensamiento racional y al final eso me llevó a recibir esta alegría increíble de haber pedido una cantidad bastante generosa para lo que suele ser en estos proyectos y conseguirlo con bastante holgura.

-¿Tiene que ver con la reivindicación de la música que quizá había quedado un poco en segundo plano en la industria?

Puede ser que tenga que ver con eso... Con ese planteamiento de ver la música más como una necesidad creativa de un artista y que este se vea apoyado o no más que como un negocio en sí mismo. Yo lo que quería simplemente era poder hacer este disco y de la manera que yo quería hacerlo sin pensar si iba a gustar más o menos. Yo simplemente tenía ganas de explicar una serie de cosas y las quería explicar así.

-Y surge El incendio perfecto, un trabajo que desde el título, ya es una declaración de intenciones.

Para mí, el incendio perfecto es el instante en el que se juntan el amor, la pasión y precisamente esa mirada racional y eso creo que pasa en todas y cada una de las canciones del disco. Están hechas con mucha pasión, con mucho amor, todo el que puedo expresar porque es un disco honesto 100% y también con esas matemáticas que tienen que ver con la música. Luego, además, me daba cuenta de que prácticamente todas las canciones del disco había esa referencia al fuego, a arder, a los incendios. Te diría que casi en el 80% de las letras hay una referencia a eso entendido como la metáfora de la pasión.

-En su primer single, Acapulco, canta Estamos muertos desde el principio, Vivir intensamente o No volveré a hacer nada que no me haga feliz. No se puede decir más claro, ¿es la consecuencia de un estado vital?

Quizá tengo un momento un tanto existencialista pero sobre todo lo que tengo es muchísima conciencia de mi realidad, de la realidad de todos y de los principios y de los finales y eso sí es una verdadera declaración de intenciones. Estamos muertos desde el principio así que lo único que quiero es hacer cosas que me hagan feliz porque si no todo esto no tiene ningún sentido y no merece la pena.

-Una máxima que va más allá en otras canciones como Seremos parte del huracán.

Disfrutemos de todo esto porque seguro que seremos algo grandioso. Si somos capaces de hacer las cosas buenas y las malas, es que somos increíbles.

-Precisamente para esta canción ha pedido la colaboración de los fans para hacer el vídeo que acaba de estrenar.

Nos pareció que era muy buena idea ver cómo la gente podía explicar lo que hablábamos en las canciones con imágenes. Me apetecía ver qué era para ellos la vida, qué les apasiona, qué les atemoriza y el resultado ha sido increíble. Han llegado cosas chulísimas y el trabajo que ha hecho Manuel Avellanas de edición, montaje y posproducción ha sido una pasada.

-Se aprecia un trabajo de producción inmensa. ¿Tenía claro cómo quería que sonara?

Lo tenía muy claro y suena como quería que sonara. El acierto ha sido dar con Martí Perarnau y con Ramiro Nieto y el culpable de este encuentro es Ricky Falkner. Normalmente cuando sale un disco mío dejo de escucharlo porque me he pegado muchos meses trabajando en él pero ahora no me pasa, tengo muchas ganas de oírlo y creo que tiene que ver con que en este caso no he hecho yo todo el trabajo de producción y mezclas sino que he delegado un montón y entonces la magia que le han dado ellos me sigue pareciendo increíble después de un montón de escuchas.

-¿Se siente valorado?

Sí... No sé cómo explicarlo pero creo que me gustaría estar en más sitios, tocar más... A veces me da lástima que se pase un disco y no haya llegado a toda la gente que me gustaría que hubiera llegado. Y a veces tengo la sensación de que muchas veces es cuestión simplemente de accesibilidad porque si llegara gustaría más. Pero si simplifico la respuesta es sí.

-Lo digo porque cuando Pecker empezó apostó por unos sonidos que entonces no se entendían mucho y, sin embargo, casi todo el mundo ha acabado ahí... No sé si tiene esa sensación.

La tengo pero está feo que yo lo diga. Han acabado metiendo muchos sintetizadores, cajas de ritmos pero ya te digo, yo lo veo pero no lo digo.

-En breve comienza su gira, ¿qué puede contar de ella?

El primer concierto en Aragón será en Huesca el día 3 y el 9 en Zaragoza en Las Armas así que ahora a darle mucha caña al directo.