La exposición En cualquier lugar excepto en Ítaca muestra el proceso de devolver a la vida gráfica al personaje de Corto Maltés después de varios años sin protagonizar una aventura. Este «milagro», según Mario Martín Pareja, comisario de la exposición, fue posible gracias a Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero. Al primero, Patricia Zanotti, colabora de Pratt, titular de los derechos del personaje y editora de la versión italiana de Blacksad, le propuso en 2012 continuar con las aventuras del marino y aceptó porque «él esta metido en e mundo del cómic por su amor al Corto Maltés». Y el guionista desde el primer momento pensó en Pellejero para dotarlo de imagen, reconoció ayer el ilustrador durante la inauguración de la muestra, que podrá verse en el Centro de Historias hasta el 31 de marzo.

Fue «un placer y un desafío» enfrentarse a un «personaje tan carismático», reconoció Pellejero, que hasta el momento ha cofirmado Bajo el sol de medianoche y Equatoria. Desde el primer momento pensaron en «crear historias del Corto que nos hubiera gustado que hubieran ocurrido», señaló, para afirmar después que siempre han tenido «libertad creativa»; y no solo pensado «en el personaje si no también en los lectores».

El recorrido de la muestra, que fue una idea del BD Lyon Festival, comienza con el personaje y el primer dibujo que Pellejero firmó tras aceptar el reto, una «autoprueba para autoconvencerme», en la que junto al Corto Maltés se lee ¿Es posible mi vuelta? ¿Es un sacrilegio?, explicó el autor.

Después pueden verse tres páginas del guion con el que hicieron «autocrítica» hasta ajustar la imagen. «Si te alejas de algún rasgo del Corto se convierte en un marine. Su mirada cuesta mucho», señaló Pellejero.

La muestra interpela también al espectador. ¿Y si fuera una banda sonora? Sonaría música que escuchaba Pratt, como Marzhin en e Gavell, Lullaby, Yiru ‘enenu o Capoeira, entre otros, que pueden escucharse en la sala y la voz de los autores a través de audioguía. ¿Y si Corto fuera un perfume? Se han creado cuatro perfumes, que pueden olerse y que recuerdan a las aventuras y al personaje. ¿Y si solo quedara una escena? ¿Y si fuera un personaje?

Ya en la Cripta, el viaje muestra cómo se comenzó a Escribir Corto, guiones y el método de trabajo de Díaz Canales «que yo no conocía», dijo Pellejero; y es que a él le llega todo el guion de golpe y tarda «uno o dos meses en realizar el story board y en 8 o 9 meses -muy rápido- ya está dibujado». Hay también menciones, aproximaciones gráficas y un vídeo en el que Pellejero dibuja al Corto Maltés y, junto a él, un Corto Maltés dibujado ayer mismo por la mañana, al que en la inauguración dio un poco más de pecho. «Me ha costado más encontrar un rotulador de agua, para que se pueda borrar, porque yo trabajo con permanentes, que dibujarlo».

La exposición culmina con Cuento chino, una historia corta del tándem que mantendrá con vida al Corto Maltés, aunque hay «secretismo» sobre su destino.