«Este proyecto comenzó hace diez años...», empieza a explicar Javier Macipe (director, entre otras producciones, del corto Os meninos do rio, con el que fue nominado a un Goya) pero él mismo se autocorrige: «En realidad, arranca cuando yo tengo 2 o 3 años que es cuando empiezo a escuchar a los Más Birras, al menos es la primera vez que tengo recuerdo y fue porque mis hermanos eran mucho más mayores que yo y les gustaba mucho. Yo era además del mismo barrio que él (Casablanca) y había una cercanía porque coincidías con él por la calle. Su música ha sido la banda sonora de mi vida». Tanto que cuando hizo su primer corto le pidió permiso a la madre de Mauricio Aznar para utilizar una de sus canciones. La madre quedó encantada con el corto y le lanzó un reto a Javier Macipe: «Tienes que ser tú el que haga una película sobre la historia de Mauricio».

Y ahora, diez años después, el realizador está a punto de empezar a rodar esta película, para la que ya ha comenzado el cásting para encontrar al protagonista: «En cinco años he hecho más de 50 entrevistas, he leído todos los libros que él leía, he escuchado la música que él escuchaba, he accedido a toda la hemeroteca que hay, tengo vídeos personales que me han cedido algunas personas, viajé a Argentina donde Mauricio se interesó por el folclore y, paralelamente a todo esto, he escrito el guion...». Y el círculo se ha cerrado con la aparición de Mod Producciones que apostará por la película (es la productora que ha trabajado con Amenábar o con González Iñárritu).

«No es un documental, es una película de ficción -aclara por si acaso el propio Javier Macipe-, va a haber actores que van a hacer de personajes. Me lo llegué a plantear por todo el material que tenía pero pensé que quizá un documental era más difícil que interesara a gente que no conoce a Mauricio (ni a su hermano Pedro, un prodigio que también aparece en la cinta) y se podía haber quedado en algo más local. Yo tuve claro desde el principio que él es un personaje tan grande a pesar de no haber trascendido en vida mucho de Aragón, que merecía que hiciéramos una película que mirara hacia el mundo». Y ese es el reto de esta película para el director: «La lucha ha sido hacer una película universal, que no interesara solo a los que son fans a priori, conseguir contar una historia que a cualquiera que tenga pasión por la música y el arte le pueda interesar».

Algo que, en cierta medida, una persona como Mauricio Aznar ayuda ya que tenía una filosofía muy clara: «El conflicto central de la película es un conflicto al que nos vemos todos enfrentados en la vida alguna vez que es ¿hago esto que me da más pasta y más reconocimiento o hago esto que es lo que me pide mi corazón aunque suponga muchas renuncias? Y en ese sentido todo el mundo se puede identificar. Mauricio claramente apostó por el camino de su corazón y en muchas de sus letras está expresado, la más llamativa es Apuesta por el rock and roll, que viene a decir eso, que ya no tiene sentido abandonar, que ese es el camino que ha elegido y por ahí va a apostar», asegura Javier Macipe que ahonda un poco en la figura del músico: «Para él, el concepto rock and roll se refiere a apostar por la pasión y hacerlo al margen de las consideraciones materiales. Cuando Mauricio hacía chacareras hacía rock and roll igual a pesar de que hay gente que pensaba que había perdido su espíritu rebelde de la primera época por hacer esa música pero eso lo mantuvo siempre». De hecho, prosigue Macipe, «hay una entrevista en la que él dice que si de algo se arrepentía en su vida era haber llegado a un punto en el que tocaba para un público que quizá le hubiera dado igual que él cantara lo que cantaba o cualquier otra cosa. Él consideraba que el arte es un medio de transmisión no una cuestión de ser una imagen en el escenario».

Ahora, El pez amarillo (la productora de Javier Macipe y Amelia Hernández y en cuya web se puede consultar toda la información del proceso) ha inciado el cásting tanto en Madrid como en Zaragoza (las pruebas presenciales se harán en La campana underground): «Buscamos al personaje de Mauricio entre 16 y 22 años y otro entre 30 y 40 años para las dos épocas. Queremos que si es actor toque la guitarra y cante y si es músico por lo menos que no tenga miedo a actuar», señala. En fases posteriores se buscarán los personajes femeninos y secundarios. El rodaje está previsto, aunque todavía falta porque se confirme definitivamente, que comience en octubre y durará un mes y medio entre Zaragoza y Argentina.

Será la materialización de un proyecto con el que Javier Macipe lleva cinco años y que le ha hecho plantearse muchas cosas. «Para mí, Mauricio no es solo el personaje de una película, a veces cuando tengo el riesgo de estar perdiendo el rumbo pienso en lo que él haría e intento seguir su camino. Lo que pasa es que esa renovación de Apuesta por el rock and roll se tiene que hacer cada día y a todos nos pasa que a veces cogemos ciertos trabajos sin darnos cuenta que eso nos aleja de nuestro corazón». De hecho, continúa Macipe, quien ha rechazado otros proyectos en estos últimos cinco años, intentar tener clara su meta: «Mi sueño es poder decir al final de mi trayectoria que seguí los caminos de mi corazón. Hasta ahora he hecho muchas renuncias por hacer esta película y ha sido una apuesta arriesgada con mi compañera de productora Amelia Hernández, haciendo lo básico para poder sobrevivir y apostar por esta película pero Mauricio nos ha ayudado».

Cuestionado sobre si es una película para aspirar a premios, rehúye el tema: «Los premios no son nunca la motivación principal, a mí lo que me gustaría es hacer una obra que pudiera llegar lo más lejos posible y trascender en el tiempo que es para mí el criterio que te ayuda a ver lo que era arte y lo que no era. Vamos a ver si conseguimos hacer una película que dentro de 20 años se vea y la gente la comente», concluye antes de pasear por el barrio de Casablanca buscando una localización para una de las escenas de la película.