Un festival de artes escénicas multidisciplinar con estrenos de espectáculos, cuidadoso con el medio ambiente y buscando romper con la idea clásica de la cuarta pared... en Murillo de Gállego. Con esa idea, y en medio de la pandemia, Alberto Castrillo-Ferrer y Víctor López lanzaron el año pasado el Festival Manhattan («una palabra que significa isla rodeada de colinas que no deja de ser algo muy rural») en una edición 0 que sirvió para demostrar que todo era posible. Ahora, este verano vuelven con una idea más ambiciosa pero, sobre todo, «más cercana a lo que queremos que sea este festival», señala Víctor López, que prosigue: «El año pasado tiramos para adelante pese a la pandemia metiéndonos incluso en unas fechas que ya pensábamos que no eran las correctas, pero esta edición sí se parece más a lo que soñamos Alberto y yo como Festival Manhattan». La cita se va a desarrollar durante cinco fines de semanas alternos desde el 18 de junio hasta agosto «sin entrar en la segunda quincena».

En cuanto a la programación, que girará este año en torno al desafío, a falta de desvelar el programa completo, ya se sabe que uno de los fines de semana se podrá ver el espectáculo de funambulismo Volatiner@s, de Nostraxladamus, que se estrenó en la plaza del Pilar hace dos años. Además, está confirmada la presencia de Javier Fesser un fin de semana, algo que va unido directamente a la colaboración que va a emprender la cita con el Festival Retina en el que un grupo compone una nueva banda sonora para una película y la interpreta en directo. Será un filme de Fesser el que estrene esta colaboración.

El festival vivirá también el estreno de Malabrocca, el nuevo monólogo de Rafa Blanca y, en otra nueva colaboración con Solodos un evento muy especial: «Van a hacer un espectáculo coproducido con unos artistas franceses que será es una performance en medio de la naturaleza creada exclusivamente para el espacio», explica Víctor López. También el festival Asalto tendrá su espacio en la cita ya que un artista seleccionado por ellos dejará su legado artístico durante una semana en la localidad.

En definitiva, se trata de apostar por una oferta muy cuidada que beneficie también a la localidad, tal y como explica Castrillo-Ferrer: «Es importante sobre todo si queremos que el turismo siga siendo de calidad, que no quiere decir elitista, sino cuidadoso. Que la gente haga sus actividades por el día pero que por la noche pueda ir a ver alguna actuación especial o ver alguna cosa en la naturaleza. Eso es el visitante de calidad», explica el actor y director, natural de Murillo de Gállego donde tiene también su residencia: «Nosotros miramos a esos festivalitos pequeños que se hacen en Francia que se pueden permitir este tipo de festival y que tienen un público muy fiel que repite de año en año. Eso es lo que he pensado siempre y he encontrado mi cómplice en Víctor que entiende ese espíritu europeo», concluye Alberto Castrillo-Ferrer.