‘García y García’ llega a los cines tras su paso por Teruel

La película García y García llega el viernes 27 de agosto a las salas de toda España, pero el cine Maravillas de Teruel ya acogió ayer el preestreno del primer filme que ha unido en la pantalla a Pepe Viyuela y José Mota. La asistencia de este último dio glamour a la premiere, a la que asistieron otros componentes del elenco de la película.

La comedia dirigida por Ana Murrugarren respira Teruel por los cuatro costados, ya que buena parte de sus escenas se rodaron en la ciudad o su entorno. El aeropuerto de Caudé, la Fonda del Tozal o las calles del Centro Histórico fueron algunos de sus escenarios. "Para mí, venir a Teruel ha sido un descubrimiento, no me podía esperar un aeropuerto con tantísimos aviones y unas gentes que se han portado tan bien con nosotros", ha dicho José Mota durante la rueda de prensa en el Jardín de San Pedro.

Murrugarren ha rememorado las escenas de persecución que llevaron a cabo el pasado verano en el aeropuerto y el recorrido de Mota por las calles de la ciudad en una moto rosa, simulando estar en Madrid. Por su parte, el actor Ricardo Castella ha asegurado que Teruel es su "ciudad favorita". "En Madrid no tienen ni plaza del Torico ni nada. Iba venir en AVE, pero eso es para pijos, he preferido venir en carretera, pasando por pueblos de Guadalajara", ha bromeado con sorna Castella, que apuntó que desde ahora intentarán hablar más de Teruel en el programa La Resistencia.

Un millón de euros

García y García, cuyo rodaje generó un impacto económico en Teruel próximo al millón de euros, narra el equívoco de dos personas con el mismo nombre que son confundidas e intercambian sus papeles: Javier García (Pepe Viyuela), mecánico en paro, y Javier García (José Mota), asesor internacional de prestigio, que se han de enfrentar a los cometidos del otro.

Es curioso que a nadie se le ocurriera antes unir en una película a José Mota y a Pepe Viyuela, y puede que esa sea la mayor virtud del filme, que supone el feliz encuentro entre dos personalidades cómicas que son capaces de arrastrar con todo lo que tienen a su alrededor con su profesionalidad y entrega.

García y García intenta aunar el espíritu de la comedia clásica con la esencia del enredo y los sketches de carácter más físico y clown que Viyuela domina a la perfección, pero el resultado no deja de ser caótico y aturullado, demasiado tópico y sin gags verdaderamente brillantes. Murugarren hace lo que puede para pilotar este avión descontrolado.