Zarajota busca implicar a los más pequeños con una jornada didáctica

Dicen los expertos que solo hay un secreto para que la jota perviva y resurja y no es otro que la gente la sienta como suya. En la línea de ampliar los adeptos a la misma y, sobre todo, de mostrar toda la pluralidad del género, ha nacido este año el ciclo Zarajota de la mano del Ayuntamiento de Zaragoza que ha abierto las miradas a los diferentes aspectos de la misma. Hoy, la sala Multiusos ha reabierto sus puertas (ya saben, la pandemia ha reducido la actividad de la misma hasta ahora a la mínima expresión) y lo ha hecho con una serie de alicientes joteros dirigidos a los más pequeños, es decir, a los que tiene que protagonizar el futuro de la jota.

Así, un paseo durante el día por el Auditorio ha sido adentrarse en un mundo de descubrimiento para los más pequeños que abrazaban casi con la misma ilusión una castañuela como trataban de seguir el ritmo de baile que les marcaban los instructores. «¡Mano arriba y cuidado con esa pierna adelantada!», se oía a mitad mañana en la sala Multiusos. La curiosidad es que la tradicional algarabía que va unida a los niños en, esta ocasión, era todo concentración en torno a lo que estaban tratando de aprender. Y, como sorpresa, además, para que todo fuera completo, Zarajota estrenaba unas gafas virtuales mediante las cuales el público podía disfrutar de un juego jotero electrónico, una adaptación a los tiempos que corren en el más puro lema de renovarse o morir.

Zarajota vivirá este domingo su última jornada con un cine coloquio matinal (11.30 horas) en torno a la película Nobleza baturra, de Florián Rey; y uno por la tarde (17.30 horas) sobre la rondalla en la jota y la educación musical. La entrada es gratuita pero hay que reservarla a través de Ibercaja.