«Implantaremos una ayuda directa a todos aquellos jóvenes que pasen de 17 a 18 años. Les daremos 400 euros para la compra de libros o para el consumo de cualquier actividad artística: teatro, cine, danza, música...». Así anunció el miércoles por la tarde Pedro Sánchez la implantación de un bono cultural que ha pillado por sorpresa al sector. Aunque aún no se conoce mucho más sobre la iniciativa, la medida ha despertado ya las primeras reacciones en Aragón en un sector, el cultural, que abraza la idea, sobre todo, por lo que significa, el hecho de que se reconozca el valor de la cultura. «Siempre que haya una inversión en cultura nos parece una idea estupenda y estimulante», asegura María López-Insausti, gerente de Ares (asociación que engloba a las principales productoras teatrales de la comunidad), que, en cualquier caso, no obvia que «son pequeñas luces en la oscuridad de un proyecto que creemos que debe ser más ambicioso y que sirva para incluir la educación en la ecuación».

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, alrededor de 12.698 aragoneses cumplirían 18 años en 2022 por lo que podrían acceder a este bono incluido en los presupuestos generales del Estado por lo que aún le queda recorrido para ser aprobado. Según el mismo padrón, había 489.587 jóvenes de 16 años empadronados en toda España,

Parte de algo más ambicioso

También la han recibido con agrado los promotores musicales de la comunidad como asegura Chema Fernández: «Me parece muy bien la iniciativa, sobre todo porque va destinada a un público crítico en la cultura y esto tiene que ayudar en la búsqueda de ese público joven al que somos conscientes que tenemos que ir a buscar», señala sin obviar tampoco que debería ser parte, o por lo menos, «el comienzo», de algo más ambicioso, «que incluya el iniciar a los jóvenes desde antes con campañas... aunque hacer algo más potente en este país con la cultura parece una utopía», dice no sin cierta amargura.

Otra disciplina que parece claro que estará incluida en este bono cultural que tiene previsto lanzarse ya en 2022 (iría destinado a los que cumplan 18 años a lo largo de ese ejercicio) es la de los libros: «No sabemos mucho todavía cómo se va a desarrollar pero si nos fijamos en la experiencia que hay en otros lugares donde se ha hecho algo similar como el País Vasco, parece una idea buenísima. Allí se ha aprovechado muy bien y el gasto ha estado muy repartido», señala Paco Goyanes, gerente de la librería Cálamo de Zaragoza, que va más allá: «Sería estupendo, aunque ya sé que los presupuestos son lo que son, a más años además de a los que cumplan 18 pero, insisto, cualquier medida que suponga un incentivo para el acceso a los jóvenes a la cultura es bienvenida».

A pesar de ser una medida limitada a una edad muy concreta, ¿puede servir para que los jóvenes se enganchen a la actividad cultural? «Es una edad complicada porque hay que competir con muchos estímulos pero quizá el tener un acceso puntual a cosas que no ha probado nunca pueda ayudar a consolidar tendencias entre un sector de la población, aunque, en cualquier caso, es una experiencia a probar», reflexiona Paco Goyanes.

En ese sentido, López-Insausti también tiene claro que «los jóvenes de hoy en día tienen otro tipo de relación con la cultura que antes. La sociedad ha cambiado y ahora hay que competir con otras cosas de las que parece que les cueste más. Y creemos que el acceso a la cultura debería ser más fácil. Por eso, reivindicamos que hay que educar desde más atrás. Hay que guiarles un poco desde la educación porque en España tenemos un problema grave porque la sensación es que está todo por hacer en política cultural. Cuando se sientan unas bases, cambian los políticos y ya no sirven, se necesita un pacto de Estado que marque unas bases y no se modifiquen», piensa la gerente de Ares. O lo que es lo mismo, «fomentar la cultura desde la educación», insiste Chema Fernández.

No incluye los toros

Aun así, aún queda por desvelarse una de las mayores incógnitas y es qué estará incluido definitivamente en esos 400 euros. Parece , según trascendió el miércoles a última hora, que el Ejecutivo tenía como intención inicial incluir los videojuegos y las corridas de toros entre las actividades en las que los jóvenes de 18 años podrán gastar los 400 euros públicos de los podrán disponer, pero finalmente las actividades taurinas no estarán cubiertas por este fondo después de que Unidas Podemos no apoyara la medida. También entrarían dentro de esta lista libros, cine, conciertos, teatro o espectáculos de danza. Si se podrán invertir en plataformas de streaming (como puedan ser Spotify, Netflix, HBO... tan reclamadas en la actualidad) aún es una incógnita y está, según el propio Gobierno, por definir en el desarrollo de la propuesta.

Sobre qué estará incluido o no en la futura lista ya ha habido polémica en otros países donde ya está implantado un bono similar como son Francia e Italia. En el país galo, hubo un gran revuelo cuando se publicó que más del 70% del dinero gastado en libros había ido destinado a los cómics manga, mientras que en el país transalpino se ha denunciado algún caso de picaresca a través de la venta de los descuentos a un público a priori no beneficiado con el mismo.

Sea como sea, lo cierto es que el bono puede suponer un doble impulso, por un lado, para un sector que ha sido de los más castigados por la pandemia, y, por otro, para el acceso de los jóvenes a la cultura con todo lo que conlleva a nivel de formación educativa y crítica como parte de la sociedad. 

La DGA lanzó un programa de descuentos que no acabó de funcionar

En el 2019, el Gobierno de Aragón, lanzó un bono que bajo el nombre de Aragón es cultura ofrecía a los jóvenes de 18 a 35 años descuentos en diferentes actividades culturales si bien tenían que adherirse al programa los diferentes promotores (todas las actividades del Gobierno de Aragón, obviamente, estaban incluidas). La iniciativa no tuvo éxito y, aunque se registraron alrededor de 3.000 personas, la realidad es que nunca llegó a funcionar a pleno rendimiento dado el escaso interés que despertó la medida. El Ayuntamiento de Zaragoza, por su parte, también cuenta con el programa Zaragoza 16 (dirigido a los que cumplen esa edad a lo largo del año) que, gestionado por el Servicio de Juventud, permite el acceso libre a determinadas actividades.

España, en cualquier caso, no será el primer país en aplicar este bono. De hecho, desde el Ministerio de Cultura explicaron el miércoles que para este nuevo bono cultural se han estudiado otros modelos, como el francés o el italiano. «Se aprueba con la intención de facilitar el acceso a la cultura de gente joven y, de alguna manera, beneficiar y contribuir a que el sector que lo ha pasado tan mal en la pandemia pueda recuperarse», señalaron las mismas fuentes.