La banda zaragozana Tachenko sigue ampliando su leyenda con el lanzamiento de su noveno disco de estudio: Las discotecas de la tarde, un álbum quizá «más variado» que los anteriores y en el que exploran «nuevos registros», como apunta Sergio Vinadé. El primer single que lanzaron en julio es buena muestra de ello. Porque Cuatro estrellas cabalga sobre un ritmo más bailable y apenas tanteado por los zaragozanos. Otros temas como Maverick, El Brindador o la propia Las discotecas de la tarde  confirman esa apuesta por acercarse a nuevas fronteras sonoras.

Eso sí, el sello Tachenko está presente y es totalmente reconocible en los diez cortes que conforman el disco, que ya está disponible en las plataformas digitales y que en formato físico (cedé y vinilo) se publicará previsiblemente a inicios de diciembre.

Las canciones de este noveno álbum apenas han pasado por el filtro del local de ensayo debido a la pandemia y eso, asegura Vinadé, también ha influido en el resultado final: «Ensayar en el local es muy divertido, pero a veces las canciones se vician a los instrumentos que tienes en la mano. Al tener que abordarlo todo en el estudio tienes más libertad de imaginar cosas y llevarlas a cabo. Al final, todo eso ha hecho que ganemos registros».

En este sentido, Vinadé destaca que han disfrutado «muchísimo» del proceso de grabación del disco. Como El don del vuelo sin el arte hermano del aterrizaje (2018), también se ha grabado en los estudios El Cariño de la localidad zaragozana de Mozota bajo la producción de Edu Baos, bajista de León Benavente y extachenko. «Edu tiene muchos aparatos e ir buscando sonidos ha sido muy divertido», reconoce Vinadé, que subraya el «crecimiento» de Baos como productor: «Ha dado un paso de gigante en todos los niveles y es una gozada trabajar con él porque nos entendemos muy bien».

Vinadé señala que el trabajo de Baos ha ayudado a la banda zaragozana a evolucionar. «Si escuchas los dos últimos discos te das cuenta de que están menos encorsetados a las guitarras y a lo clásico que hacíamos antes; hay más variedad», comenta el guitarrista.

En Las discotecas de la tarde también hay un elemento que ha determinado el sonido de los Tachenko: la incorporación definitiva del teclista Diego Luis Grao, Pit. «El piano tiene mucho más protagonismo que antes y eso nos encanta», sostiene Vinadé.

La mayoría de las canciones del nuevo elepé fueron compuestas ya durante la pandemia, si bien en las letras de Sebas Puente (líder del grupo junto a Vinadé) no hay referencias explícitas a la crisis sanitaria. Con todo, sus efectos se adivinan hasta en el título del disco. «Está inspirado en un texto de nuestro amigo Isaac Pedrouzo y nos gustó porque nos parecía representativo de los tiempos que vivimos, de cómo estamos evolucionando hacia cosas que no nos imaginábamos cuando éramos más jóvenes», explica Vinadé, que apunta que la pandemia también ha hecho que este disco se lo tomarán todo «con más calma».

Hasta la fecha del lanzamiento del álbum el pasado viernes, habían publicado únicamente dos singles: Cuatro estrellas y Oso de plata, y ahora prevén editar un videoclip.

La presentación en directo también se la quieren tomar con calma. «No creo que hagamos muchos conciertos porque el año que viene va a haber una hiperprogramación increíble y nosotros queremos ir a nuestra marcha y sin prisa. El primero lo damos el 14 de enero en Madrid y para Zaragoza aún no tenemos fecha», indica el propio Sergio Vinadé.

Así, sin prisa pero de forma constante en sus casi 20 años de trayectoria, Tachenko se ha convertido en uno de los mejores grupos de pop del país. «Ojalá vendiéramos más discos, pero tampoco nos damos mal por eso y estamos bien así. Vamos a seguir siendo fieles a nosotros mismos por encima de todo», concluye Vinadé.