De su admiración ante las apariciones marianas «desde hace casi 30 años», se puede decir que surge El síndrome de Jerusalén (Editorial Alrevés), la novela de Juan Bolea, colaborador de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, que acaba de publicar («no me ha costado 30 años escribirla, te lo prometo», ha bromeado) y que ha presentado este martes en la Fnac Plaza España en un acto concurrido al que han acudido, entre otros, el exalcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch y Mari Cruz Soriano, a los que dedica el libro el autor.

El síndrome de Jerusalén es la cuarta obra de la serie del detective Florián Falomir con la que Juan Bolea ha querido «recuperar la tradición de la novela de detectives como pudiera ser Agatha Christie o Perry Mason. Ahora se habla mucho de novela negra o policíaca, pero el origen de todo esto es la novela de detectives en las que le daban el caso resuelto a las diferentes policías», ha reivindicadoel escritor que ha confesado que esta serie es «un homenaje a Zaragoza». De hecho, su protagonista, Florián Falomir, «que ha sido muchas cosas en la vida, desde espía del CNI hasta militar, decide abrir una agencia de detectives en la calle Alfonso, ¿qué podía ir mal?». Desde ahí, ha proseguido el autor, «resuelve casos extraordinarios, no son sucesos normales, por eso yo trabajo tanto las tramas porque son acontecimientos extraordinarios que Falomir acaba resolviendo a su manera».

En este caso, el cuarto volumen de la serie tras Los viejos seductores nunca mienten, Sangre de liebre y La noche azul (todos ya van por su tercera edición), Florián Falomir tiene que resolver el robo de una talla de la Virgen sin aparente valor pero el caso se complica tanto que incluso acaba en Jerusalén acompañado por la inspectora Martina de Santo. «Me llamaba mucho la atención el síndrome de Jerusalén en la que los peregrinos acaban imbuidos de ese espíritu, tanto que tienen hasta un hospital donde los encierran dos semanas y listos», ha dicho con asombro y sorna Juan Bolea.

"Yo me he comprometido a recuperar esa idea de los viejos seriales y que se hace en el mercado anglosajón y, por fortuna, la editorial ha creído en ella"

Así, esta serie de Florián Falomir («un detective desde lo cotidiano») pretende, además, reivindicar un género que no siempre ha gozado de popularidad: «Hemos pasado momentos malos en los que no se nos reconocía a los escritores de género nuestro papel y nuestra valía, nos ninguneaban, cuando la única realidad es que los lectores nos leían y no nos abandonaban. Ahora todo ha cambiado pero, ay, de esos escritores que tienes que leer con el diccionario al lado. Los autores escribimos para llegar a todo el mundo, esa es la realidad. Creo que hay mucha falsa vanguardia en algunos libros que no enganchan al lector por su propia concepción».

Tras este cuarto volumen, en noviembre de este mismo año está previsto que llegue un nuevo libro de Florián Falomir y la serie se cerrará en 2023 con el sexto trabajo: «A partir de ahí, a pensar en otro proyecto. Yo me he comprometido a recuperar esa idea de los viejos seriales y que se hace en el mercado anglosajón y, por fortuna, la editorial ha creído en ella. Esto no se trata de publicar novelas con los mismos personajes, no, esto es una serie que llega a su cita puntual con los lectores y que tiene un desarrollo que se ve claramente en los personajes y que a mí me sirve también para fidelizar a mis lectores, que nunca me han fallado», ha aseverado Juan Bolea, Premio de las letras aragonesas.

Además, en el acto el escritor ha desvelado dos nuevos proyectos que van a surgir este año en torno a sus novelas: «El 28 de octubre estrenamos en el Teatro Principal de Zaragoza la versión teatral dirigida por Blanca Resano de La mariposa de obsidiana, y, además, todo indica que este año ya por fin se rodará la adaptación al cine de Parecido a un asesinato, que va a dirigir Antonio Hernández». Con respecto a la producción escénica, Bolea ha señalado que «será un teatro detectivesco, de enigma, y ya estamos escribiendo y adaptando el guion para la obra».