Han pasado casi 20 años desde que publicaron su primer disco y ahí siguen. En su sofá. Los Gandules continúan llenando salas y arrancando risas al personal con su ya clásico humor somarda, sus versiones de grandes éxitos pasados y sus letras desternillantes. A Tobo Gandul (Roberto Montañés) y Dun Gandul (Santiago Díaz) les queda cuerda para rato y lo acaban de demostrar publicando su undécimo disco, compuesto nada más y nada menos que por 28 canciones. Eso sí, como apuntan ellos mismos, algunas solo duran unos segundos, siendo algo así «como la mayonesa de la ensaladilla, que hace que la patata y el guisante no se te hagan bola». El dúo aragonés ha titulado el álbum Extravagancia, confirmando que la gandulería crece con la edad.

«Ya ha dejado de ser una pose. Hace 20 años éramos dos jóvenes limpios e insultantemente vigorosos que se ponían una bata, y el contraste daba risa, ahora la bata ya no es un atrezo, es una rancia necesidad», señala Montañés, que apunta que el nuevo disco se presentará en el Teatro del Mercado de Zaragoza los próximos 4 y 5 de junio.

En Extravagancia, el dúo mantiene la tradición de comenzar el disco con el corte de una película en el que se utiliza la palabra gandul, algo que, según reconocen, ya no es tan sencillo de encontrar: «Si algún día no quedan, empezaremos con intros que contengan la palabra submarino, esgrima o estucado. Por suerte, al final siempre aparece alguno. De hecho es curioso, pero ya llevamos dos discos comenzando con cortes de la serie de televisión de Pippi Langstrump. ¡Gracias a la persona que hizo la traducción!».

Aunque alardean de holgazanería, durante la pandemia han estado poco parados: Díaz publicó su primer disco en solitario (El sentido arácnido) bajo la denominación Deusted y Montañés formó la banda Los Ases del Jiloca: «Si Los Gandules fuesen una paella, Deusted y Los Ases del Jiloca serían el socarrat, la cara oculta de un reloj de pulsera de cuero en Córdoba en agosto, mientras que Los Gandules serían...la paella, seres de luz de fluorescente de cocina».

Tanto han aprovechado el tiempo durante la crisis sanitaria que incluso han publicado un libro, Gandulglíficos. «También empezamos a colaborar con una sección semanal en RNE1, en Tarde lo que Tarde, el programa de Julia Varela. Además, publicamos un podcast para Radio 3 Extra que se llama Gandulipedia Extra. Se nos está yendo de las manos», reconoce Díaz.

Un dúo de directo

No obstante, y como al resto de artistas, la pandemia les ha golpeado de lleno. Sobre todo en el inicio de la crisis sanitaria, si bien su formato se adapta mejor que el de otros a esta situación. Para muestra, un botón: solo durante este mes de marzo actuarán en Sevilla, Córdoba, Murcia, Albacete, San Sebastián y Bilbao. «Tenemos la suerte de que lo que hacemos es un formato sencillo y funciona bien con público sentado y en horario de tarde. Gracias a ello, hemos conseguido no parar. Este verano pasado incluso tocamos más que otros años. Pero no, toda esta movida de la pandemia no ha tenido ninguna gracia», reconocen.

El dúo iba a lanzar Extravagancia en 2020, pero decidieron posponerlo por la crisis sanitaria. Tanto tiempo ha pasado que incluso ya empiezan a pensar en un próximo álbum: «No hay prisa, pero siempre tenemos algunas canciones que nos sobran y que luego reciclamos, es como hacer croquetas. Nos encantan las croquetas, están muy ricas, sobre todo las de las madres».

Los aragoneses llevan 20 años versionando temazos pasados. Para tener el honor de ser escogida, la canción solo tiene que cumplir un requisito. «Que nos guste, porque eso ayuda a que luego nos apetezca tocarla. En realidad, cuando versionamos un tema, estamos haciéndolo como nos hubiera gustado que hubiera sido. Imagínate a Freddie Mercury cantando ‘Cuidame el gato’ en Wembley. Hubiera sido mejor, dónde va a parar. Una sala en Madrid, a la que ya no vamos, porque no nos ponían sofá, decía que hacíamos ‘versiones mejoradas’, demasiado optimismo por parte del gerente, posiblemente producto de las drogas», comenta entre risas Montañés.

Mejoradas o no, lo cierto es que Los Gandules llevan dos décadas viviendo de su propuesta y haciendo reír a muchos con sus hilarantes letras, algo que pocos artistas españoles pueden decir. Ellos, sin embargo, optan por la modestia: «La palabra componer puede que sea excesiva... Nos juntamos a comer pistachos y surge la magia. A veces nos hemos ayudado con un televisor encendido sin sonido en el canal Historia y una radio fórmula de canciones viejunas sonando a la vez. Una desgracia para el mundo del arte».