El Periódico de Aragón

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AUDITORIO DE ZARAGOZA

Ocultura se clausura en Zaragoza desvelando el origen egipcio del cristianismo

Llogari Pujol protagoniza la última sesión del encuentro dirigido por el turolense Javier Sierra

Llogari Pujol y Javier Sierra, durante la conferencia de clausura de la quinta edición del Encuentro Ocultura, que se ha celebrado en el Auditorio de Zaragoza. ÁNGEL DE CASTRO

Ya lo adelantó hace unos días Javier Sierra cuando presentó Ocultura, el cristianismo y las creencias egipcias tenían algo más que similitudes, «son las dos únicas religiones que creen en la resurrección de la carne». Con este anticipo, la última jornada de Ocultura de hoy domingo se presentaba con muchos alicientes. Llogari Pujol, autor del polémico libro 'Jesús, 3.000 años antes de Cristo', ha sido el encargado de pronunciar la conferencia en la que, sin tapujos, ha ahondado en ese origen egipcio del cristianismo. Y lo ha hecho desde el inicio en una sala Luis Galve del Auditorio de Zaragoza que no se ha llenado pero que ha congregado a un buen número de personas que, además, han respondido a los guiños que desde el escenario lanzaba Llogari Pujol.

«Os voy a hablar del 'Evangelio' sin Jesús», ha comenzado con atrevimiento su intervención Llogari Pujol («Es una contradicción de la que trataré de escapar a lo largo de esta charla», ha dicho a continuación) para después de analizar el funcionamiento del ser humano, entrar en materia: «Hay dos posiciones ante Jesús, la de la fe y la crítica... Las personas humanas vivimos de los mitos, pero ¿Jesús es un mito o es Historia?», ha lanzado la pregunta al aire el experto antes de desvelar con rotundidad «lo que no se sabe del Nuevo Testamento. No sabemos ni quién los escribió, ni dónde se hizo («en Galilea está claro que no") ni cuándo». Aquí es cuando se ha entretenido en señalar que hay un problema de cronología «gordo... Si se hace caso al 'Nuevo Testamento', fijándonos en el tiempo de Herodes o en el censo que obligó al viaje a José y María, tenemos que Jesús nació antes que Jesús. Es algo que nos despista», ha dicho con toda la ironía del mundo.

Parecidos documentados

Y, a partir de ahí, Llogari Pujol ha ido desvelando muchas de las incongruencias que residen en el 'Evangelio'. Todo sin olvidar, ha señalado que el primer testimonio de este 'Evangelio' es "el trocito del 'Papiro 52', correspondiente al 'Cuarto Evangelio' o al de Juan que se sitúa entre los años 115 y 130" y aparece en Egipto: "Hasta entonces no hay nada de nada. Ni siquiera las Cartas de San Pablo, que no le habían llegado a nadie. No se habían enviado, a pesar de lo que ha pasado a la eternidad", ha explicado subiendo el tono. Y es que, ha señalado, Pablo de Tarso no existió y es un personaje «clónico del gobernador de Elefantina y del romano de Alejandría y, fundamentalmente, de El náufrago y la serpiente Dios Amon-Ra». Es decir, ha desvelado Llogari Pujol, «un constructo histórico basado a partir de la civilización egipcia». Y así, a lo largo de la hora en la que se ha prolongado su intervención, el experto ha ido desvelando el origen egipcio del cristianismo que surge 3.000 años después.

La última jornada había arrancado con un taller de escritura de jeroglíficos impartido por Nacho Ares y Carmen Ruiz. Para los antiguos egipcios la escritura era un acto sagrado, una forma de comunicarse con la esencia de las cosas. Aprender a distinguirlos y a reconocerlos fue el objeto de la clase magistral que ha abierto el domingo de Ocultura. 

«Nos fascina Egipto porque nuestras raíces están ahí»

¿Por qué nos fascina tanto Egipto? «Porque nos reconocemos en él, muchas de nuestras raíces están ahí». Javier Sierra lo tiene claro y, por eso, aprovechando que este mismo mes se ha cumplido el centenario del descubrimiento de Howard Carter de la tumba de Tutankamón, decidió articular la quinta edición de Ocultura en torno al Antiguo Egipto, una civilización que a día de hoy sigue asombrando al mundo y, quizá lo más importante para este encuentro, de la que apenas sabemos nada a pesar de todo lo que se ha descubierto.

Así, a lo largo de cuatro días, el público zaragozano (que ha respondido a la llamada del encuentro) ha podido ahondar en todos esos misterios que aún perviven. Si se abrieron las jornadas, como no podía ser de otra manera, con los secretos de Tutankamón, en los días venideros, los expertos han abordado asuntos como la arquitectura de las pirámides (un prodigio aún a día de hoy), el legado perdido de la propia tumba de Tutankamón, la simbología egipcia y como ha sido el caso de este domingo las estrechas relaciones entre el Antiguo Egipto y el cristianismo.              

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