ESTE SÁBADO A LAS 21.00 HORAS EN LA SALA OASIS

Marlon (actúan este sábado en Zaragoza): "Hacemos lo que nos nace de dentro, sin engañarnos"

El grupo de pop rock asturiano regresa a Zaragoza por tercera vez en menos de un año.

Con un estilo propio ya afianzado, Marlon ha convertido Zaragoza en una parada obligatoria en todas sus giras.

Con un estilo propio ya afianzado, Marlon ha convertido Zaragoza en una parada obligatoria en todas sus giras. / El Periódico

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

Cuando los tres jóvenes de Marlon irrumpieron en el pop rock nacional, toda la crítica les buscó un parecido. Hombres G o Pereza eran las primeras referencias a unos chavales que hoy ya son unas de las voces más asentadas del panorama español. «Desde hace días tenemos estilo propio y hacemos cosas que no habrían hecho esos grupos», afirma con contundencia Adrián Roma, vocalista de la banda que este sábado regresa a Zaragoza (21.00 horas, sala Oasis), ciudad que han visitado tres veces en apenas un año: «Siempre notamos mucho cariño».

En esa fina línea en la que se mueven, entre ser unos recién llegados y un grupo referente, Marlon defiende lo que son: «Hacemos lo que tenemos dentro sin tener que engañarnos a nosotros mismos». Cuesta llegar a ese punto, «subiendo escalones poco a poco y sin pegar grandes saltos», pero a Roma le tranquiliza sentirse en un lugar en el que hacen «canciones, nada más». «Podemos hacer rumba o rap o una balada... Estamos fuera de etiquetas, ya hemos olvidado esa fase», certifica el vocalista, que confirma que la experiencia siempre es un grado: «Hemos hecho el mejor disco de nuestra carrera, de largo. Creo que cada vez hacemos mejores canciones porque ya hemos hecho muchas». 

No es solo propia la experiencia, que también se adquiere fijándose en esos grupos, esos Pereza y Hombres G, que fueron trampolín en sus primeros pasos. «En nuestra música hay cosas de otros grupos», admite Roma, que ve normal estos apoyos, ya que «está todo inventado y no vamos a crear la pólvora: hacemos pop rock en español y estamos orgullosos de ello».

De lo que también intentan escapar Roma y compañía es de los prejuicios sobre su público. Si en un principio se les veía como una banda para adolescentes, hoy se sienten «universales». «Cada vez entra más gente y cada vez vemos a gente más diferente desde el escenario», asegura el cantante, que enumera una variedad muy amplia de asistentes a sus espectáculos entre la que se cuelan «matrimonios de 50 años, niños de ocho con sus padres, adolescentes de 17 años o grupetes de amigos más mayores». Todos tienen cabida en torno a unas canciones que suenan en las radios, algo que es «todo un éxito: creo que es bueno para un grupo ser capaz de captar a más público». 

«Prefiero las salas, pero los festivales son un lugar ideal para que la gente te descubra y se una al grupo»

Una transformación paulitana que el grupo ha asimilado «con naturalidad, con total madurez» y que les ha servido para seguir cumpliendo un sueño particular, el de vivir de la música: «Es un trabajo al que le dedicamos el 100% de nuestras vidas, nos levantamos pensando en la música y nos acostamos pensando en ella. Para poder seguir viviendo de esto necesitamos que venga la mayor cantidad de gente posible a los conciertos. Si esto no fuera posible, quizá yo ya no estaría trabajando de esto y no estaríamos teniendo esta entrevista».

Los tiempos de antes

Pese a la transformación lógica que provoca el éxito, Roma admite que antes todo era más sencillo. «Era más cercano, bajabas con la gente a tomar una cerveza después del concierto, pero eso es imposible hoy», comenta, antes de asegurar que con aquellos que les acompañan desde sus primeros días «sigue existiendo relación, los reconoces en las salas y mantienes algo de trato cada cierto tiempo».

Hoy, en esas salas en las que antes eran «cuatro gatos», el cartel de no hay entradas se cuelga cada vez que Marlon anuncia un nuevo concierto. Roma define a su grupo como una banda de salas, «donde podemos vender nuestro propio espectáculo y donde tenemos a un público entregado, que ha venido a vernos a nosotros, a cantar nuestras canciones y a aprenderse el nuevo disco». Frente a los festivales que hoy atraviesan toda la geografía del país, en Marlon se sienten mejor en los espacios propios, los elegidos por ellos. Aunque admiten que el potencial de las grandes citas es imposible de eludir: «Nos lo pasamos muy bien en los festivales, se montan grandes fiestas, pero es cierto que no sabes si van a verte a ti. Aunque son una oportunidad perfecta para darte a conocer a la gente y que se sumen a los viajes del grupo».