La juventud no tiene por qué estar reñida con la sabiduría y muchos ejemplos se han encargado de reafirmar esta teoría. Habrá que citar entre ellos también el del doctor Alejandro Legaz Arrese, que con sólo 30 años recibirá este viernes el Premio Nacional de Investigación sobre Alto Rendimiento Deportivo convocado por el Comité Olímpico Español. Su trabajo, Análisis fisiológico de deportistas de élite que compiten en distancias desde 100 metros hasta maratón , es un exhaustivo estudio cuya aplicación mejorará el rendimiento de los atletas de primer nivel.

El término exhaustivo no es casual, porque cuatro años le ha llevado a este profesor nacido en Sos del Rey Católico y que ejerce su actividad en el área de Educación Física y Deportiva en la Facultad de Salud y Deportes de la Universidad de Zaragoza finalizar un trabajo en el que se ha realizado un seguimiento --día a día y en el tiempo-- a 254 atletas de élite españoles en el Centro Nacional de Investigación en Ciencias del Deporte de Madrid.

"El premio supone una satisfacción y un reconocimiento personal, pero poco más", señala Legaz, que se embolsará 6.000 euros por este reconocimiento, aunque el mismo no vaya suponer un giro radical en su vida. "Puede parecer una contradicción que un premio así no te cambie la vida, pero así están montadas las cosas. Soy profesor de la Universidad y tampoco es que a partir de eso haya muchas más puertas que abrir", recalca.

Dos conclusiones han llevado a que el COE, en la tercera edición de este premio, seleccione su trabajo entre los presentados desde el 2000 hasta el 2002. La primera obedece a las variables que determinan el rendimiento en competición. Hasta ahora, el consumo máximo de oxígeno era una de las más utilizadas, pero el estudio de Legaz demuestra que los pliegues de las extremidades --en concreto el del muslo anterior-- y, sobre todo, la cavidad del ventrículo izquierdo del corazón son los más adecuados para el seguimiento de los deportistas de élite. "Esto no implica que lo que se ha hecho hasta ahora sea erróneo sino que con el seguimiento de esas variables se puede sacar un mayor rendimiento", señala.

La segunda conclusión atiende a la adaptación del corazón de los atletas de élite, que es diferente a como se creía hasta ahora. Se pensaba que los velocistas aumentaban el grosor de las paredes y que los fondistas incrementaban el diámetro. Pero él ha demostrado que ni en unos ni en otros se produce un aumento de los grosores y sí en el diámetro, aunque en mayor medida para los deportistas de fondo. "La aplicación principal de esto es el conocimiento de la adaptación del corazón al esfuerzo", resume.

Su trabajo resulta meritorio en un campo, la investigación deportiva, muy poco desarrollado en Aragón y, además, el doctor Legaz, es investigador principal en otros dos proyectos: Análisis social y técnico del preparador físico de deportistas de élite de deportes colectivos , en el que está realizando entrevistas con todos los preparadores físicos de los equipos de máxima categoría de todas las especialidades deportivas profesionales, y Actividad física terapéutica en pacientes diagnosticados de fibromialgia .