La primera participación de Angel Vicioso en el Tour de Francia llegó a su fin de forma desafortunada en la quinta etapa. El aragonés sufrió una inoportuna caída cuando sólo quedaban dos kilómetros para llegar a la meta, a la localidad de Nevers, y se fracturó la cabeza del radio de su muñeca izquierda, por lo que hoy no podrá tomar la salida. "Ha sido al llegar a la pancarta de los dos últimos kilómetros. Allí se estrechaba la carretera y el que iba por delante de mí ha frenado en la arena que había en el arcén y yo me lo he tragado", relataba anoche Vicioso.

El corredor del ONCE-Eroski se puso en pie y volvió sobre su bicicleta para completar la etapa, apoyado en su compañero de equipo Alvaro González de Galdeano. Perdió casi tres minutos en la línea de meta. "Tenía que terminar la etapa, por si acaso podía salir hoy", explicaba el aragonés. Pero, tras varias pruebas en el hospital de Nevers, los médicos le aconsejaron que dejara la carrera, y el galeno del equipo, Pedro Celaya, confirmó los peores augurios: Vicioso debe volver a casa. "En estos casos es mejor no arriesgar. Si continuara en carrera sería un peligro tanto para él como para el resto del pelotón, y no tenemos que montar ningún numerito con un corredor lesionado en carrera", afirmó Pablo Antón, manager del ONCE-Eroski.

ESCAYOLADO El cuerpo del aragonés está algo magullado por el golpe y la muñeca tuvo que ser escayolada, pero la rotura es limpia y no tardará en curarse. "Todavía no sé cuánto tiempo necesitaré, pero me han dicho que no será mucho", decía el ciclista, bastante afectado por cómo ha terminado su aventura en el Tour de Francia. "Después de la confianza que el equipo depositó en mí, me marcho decepcionado", aseguraba el ciclista nacido en Alhama de Aragón.

"La verdad es que he tenido suerte, dentro de lo que cabe. Mi casco ha quedado destrozado, roto en tres pedazos, así que la caída podía haber tenido peores consecuencias", decía Vicioso, que esta misma mañana tomará un vuelo con destino Madrid y, por la tarde, ya estará en casa. Y es que el aragonés dio una voltereta en el aire y su cabeza se arrastró unos metros sobre el asfalto tras chocar con otro ciclista del pelotón, por lo que el joven deportista se mostraba ciertamente aliviado aunque bastante abatido por todo lo ocurrido.

El ciclista fue inmediatamente atendido por los médicos del Tour y, posteriormente, por los del hospital de Nevers, pero todavía tendrá que pasar en más ocasiones por la sala de rayos X para conocer el estado de su muñeca. Pero eso ocurrirá ya en Zaragoza, donde Vicioso deberá someterse mañana a nuevas radiografías que puedan ofrecer un diagnóstico más claro del estado de su radio izquierdo, que ayer le había provocado una fuerte inflamación en la muñeca.

"Nada más caerme ya he notado que podía ser algo grave, pero no quería ni pensarlo. Sólo quería llegar a meta para poder tomar hoy la salida", afirmaba Vicioso. Sin embargo, él mismo se dio cuenta más tarde que su continuidad en la ronda gala era un imposible. Hasta ese fatídico punto en el que dio con sus huesos en el suelo, Vicioso había disputado la etapa desde el principio, metiéndose en un primer corte de escapados que luego no consiguieron llegar hasta el final en solitario. Tras llegar a meta fue trasladado al hospital y, posteriomente, regresó al hotel para ducharse y cenar.

APOYO Vicioso sufrió la caída más grave de la jornada, de las peores del Tour, y hoy será la única baja en el pelotón, por lo que su teléfono móvil no dejó de sonar en toda la tarde. "He recibido llamadas y mensajes de mucha gente, por lo que estoy muy agradecido", aseguraba el ciclista. Familiares, amigos y conocidos se interesaron por su estado de salud y de ánimo, que no estaba en su mejor momento. También sus compañeros de equipo. "Me estaban esperando en el hotel, preocupados por mi evolución y algo disgustados porque tengo que irme a casa", comentaba el aragonés. A Vicioso le dolió la caída y la muñeca, pero, sobre todo, no poder ayudar a sus compañeros. "Espero tener más oportunidades".