El Mann Filter se encuentra hoy (20.00 horas) ante sí una situación comprometida y el triunfo como único refugio. O gana o se despide de su sueño europeo. Un partido a vida o muerte en la pista del Villeneuve D´Ascq. La victoria supondría el paso directo a la siguiente fase de la FIBA Cup. La derrota, siempre que conservara el basquetaverage de la vuelta (85-70), le dejaría a merced de una carambola y pondría su destino continental en manos ajenas: debería ganar al Rhondda en la última jornada y a la vez que el Copra se impusiera a las francesas.

Al Mann Filter le llega demasiado pronto esta final prematura. Con lagunas como colectivo y con la carga de la ausencia de Nolan, el cuadro de Corral debe lidiar ante un rival superable en una hipótesis cualquiera, pero cuya dureza se agrava por las circunstancias propias de un encuentro decisivo y el contexto europeo. El Mann Filter no sólo se enfrentará al Villeneuve D´Ascq sino también a su propia ansiedad y a su inexperiencia de una situación límite. La mano ancha de los arbitrajes FIBA no ayuda y convierte cada partido en una batalla campal a la que las aragonesas, menos habituadas al contacto físico en la Liga Femenina, deberán sobreponerse.

SUPERABLE Por potencial, el Villeneuve no es una molestia pegajosa para el Mann Filter. La comparación se decanta por el bando zaragozano. Además, hay que añadir la mejora como grupo que se transmitió en su último encuentro ante el Celta. Si a Pascua, García y Valero se suman con menos timidez en ataque Piipari, Wyckoff y Zurro y un mayor compromiso defensivo, el encuentro de hoy estará encarrilado.

El Villeneuve de D´Ascq llega a este choque tras ser sorprendido en la resbaladiza pista del Rhondda Rebels (64-57) y con el mismo balance de las aragonesas (dos victorias y dos derrotas). En la Liga francesa le están saliendo bien las cosas y son cuartas tras cuatro jornadas con una sólo derrota. Su juego se centra en la pívot congoleña N´Goyisa, a la que Pascua deberá secar. En el perímetro destaca tres internacionales: la base belga Wambre, la francesa Fombonne y la asutraliana Woosmam.