La preocupación creada en torno al DKV Seguros tras la pretemporada no se disipó con el arranque liguero. Todo lo contrario. El equipo zaragozano cayó en casa ante el Benicarló en un partido en el que dejó claro que los defectos detectados durante el verano todavía no han sido solucionados. Los castellonenses hicieron el partido que más les convenía y, a pesar del cerco que pusieron los zaragozanos en su portería en la segunda parte, en ningún momento vieron peligrar la victoria.

El equipo aragonés se atascó desde el comienzo con la defensa alternativa de los castellonenses y apenas fue capaz de encontrar algún hueco para poner en peligro la portería defendida por Leandro. Los visitantes, con cambios de juego de una banda a otra, desequilibraban a los defensores locales y llegaban con claridad hasta la portería defendida por Silva, cuando no lo intentaban con duros lanzamientos desde fuera.

La falta de acierto en el ataque impidió al Benicarló irse al descanso con una ventaja más clara que los dos goles anotados por Esteban y De Bail. El conjunto local salió a la pista más incisivo tras el descanso y empezó a crear algún problema en defensa a su rival, que tardó en reaccionar algunos minutos, aunque la primera ocasión clara fue un robo de balón de Vadillo al que respondió con una gran parada Silva.

La primera ocasión clara del partido para el DKV Zaragoza fue un disparo de Kel a los 26 minutos que detuvo en dos tiempos Leandro y, al no encontrar espacios, lo intentaron con disparos desde fuera, por medio de David González y el mismo Kel, pero el portero rival no tuvo problemas para interceptarlos. El DKV no encontró el camino adecuado.