"Me he encontrado bastante mejor de lo que esperaba en la prueba que he hecho". Con esa frase y con una ligera sonrisa esbozaba Sergio el aumento crucial que vivieron sus opciones de jugar mañana durante el entrenamiento de ayer. El central, que sufrió un esguince en el ligamento lateral de su rodilla izquierda, trabajó por primera vez con el grupo, se probó en el suave y corto partidillo y las sensaciones fueron muy positivas. "Aún tengo dudas y alguna molestia, pero ya lo he visto un poco más claro. El último entrenamiento será más intenso, porque éste no ha sido exigente. Mañana --por hoy-- valoraremos finalmente si puedo o no estar", añadió.

"En algún gesto aún me dolía, pero en la carrera y en los giros sí me he encontrado cómodo", sentenció. Así, hoy en la sesión a puerta cerrada en La Romareda (10.00 horas) pasará una última prueba, pero las opciones de que forme pareja con Piqué en el eje son muy elevadas, casi todas. Tanto los servicios médicos como Víctor considerán que podrá jugar tras la mejoría, pero es el central el que aún no las tiene todas consigo. De todas formas, no tuvo reparos en reconocer que no sería demasiado riesgo forzar su reaparición aunque aún mantuviera molestias. "El tendón está perfectamente y la lesión no sería mucho más grave en el caso de forzar".

LA CONFIRMACIÓN DE DIOGO El uruguayo se entrenó aparte ayer, pero hizo una sesión muy exigente y su tobillo derecho respondió. Así, confirmó lo sabido: que Víctor podrá contar con él frente al Levante. "No tuve dolor. Las sensaciones son muy buenas. En la última sesión me exigiré más y estaré bien", dijo Diogo, que vivirá un reencuentro mañana con López Caro, técnico granota, que no parece muy deseado por parte del jugador, que coincidió el curso pasado en el Madrid con el entrenador: "Prefiero no decir nada. No voy a hablar de él", dijo.

Con Diogo y Sergio recuperados, la zaga quedará completa con Piqué y Juanfran. César, Zapater, Ponzio, D´Alessandro, Aimar, Ewerthon y Diego Milito estarán también en el once de inicio mañana.