El Real Zaragoza B volvió ayer al trabajo en la Ciudad Deportiva de la mano de su nuevo entrenador, Juan Eduardo Esnáider. El filial zaragocista, con Diego Estrada en sus filas, realizó una suave sesión preparatoria que tuvo que ser algo improvisada a causa de los problemas con diferentes aparatos. "Teníamos previsto un trabajo y hacer unas pruebas con unos aparatos que teníamos preparados. No nos funcionaron bien y tuvimos que improvisar un poquito", afirmó el técnico argentino sin otorgarle mayor importancia. Para lo deportivo, el exjugador tiene grandes retos y mejores esperanzas puestas en su plantilla: "Jugar en Segunda B creo que, más que goce, es un aliciente buenísimo para todos. Principalmente para mí también, yo me incluyo", aseguró.

El nuevo entrenador del filial también habló sobre sus jugadores. "Tenía ganas de conocer a los chicos", afirmó, y añadió que "tienen nivel para jugar a otra cosa". Sobre la planificación de pretemporada, Esnáider aseguró que tienen "planificados dos o tres partidos" por el momento y que el trabajo diario será "bastante exigente en cuanto a físico, aunque intentaremos hacerla amena", dijo.

ESTRADA Uno de los jugadores que participó en esta sesión inicial fue el costarricense Diego Estrada. El club aragonés todavía adeuda a su antiguo equipo, el Alajuelense, 580.000 euros en concepto de formación del jugador. Pese a que el tico aterrizó en el filial durante el pasado mercado invernal, no pudo disputar ningún partido de la anterior campaña por este motivo. El acuerdo entre clubs parece acercarse y para zanjar esta cuestión el Zaragoza podría terminar pagando al Alajuelense la cantidad de 300.000 euros.

El técnico argentino también hizo saber que ningún jugador más se unirá al primer equipo. Además, el próximo en llegar podría ser Ness Zamir. Al internacional israelí, que termina contrato con el Albacete B, lo conoce bien Esnáider, que ya pudo verle probar en el Getafe cuando estaba de segundo entrenador.